“Me rompe el corazón pensar que mis tacones de casi 13 centímetros me costaron mi pierna”.

Por Josefina Pizarro

A muchas personas simplemente no le gustan los pies. Tenía una compañera en mi escuela que huía de terror al ver un pie, de todos excepto de los suyos. Pero de algo creo que todos estamos bien seguros: los pies son importantes y muy delicados. Esta chica se hizo una ampolla por bailar toda la noche con sus tacones, donde se hizo una ampolla. Nada importante hasta que tuvieron que amputarla. Ouch. Ahora está pidiendo ayuda para conseguir una nueva.

Una mujer que recibió una dolorosa ampolla en el pie después de bailar con sus nuevos tacones altos en una fiesta de navidad terminó con la amputación de su pierna.

Lorraine Burnett, de 37 años (¡37! ¡Se ve muy joven!), había comprado unos tacones de cinco pulgadas (12,7 centímetros), especialmente para un pub y los llevó toda la noche a pesar de que le dolían.

 

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Pero cuando llegó a casa, se dio cuenta de la dolorosa ampolla en su pie izquierdo.

“Al día siguiente, tenía una gran ampolla roja en mi pierna izquierda” dijo. “Al ser enfermera, sabía que tenía que hacer, limpiarla y vendarla”.

Pero después de una semana, fue tan doloroso que fue a los médicos y me recetaron antibióticos. “Pensé que me ayudarían, ya que parecía una herida grave”.

Pero pronto fue incapaz de caminar correctamente y tuvo que dejar su trabajo. Dos años más tarde, había sufrido infecciones que no desaparecerían.

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Después los doctores le dieron la devastadora noticia de que no había nada más que pudieran hacer y tendrían que amputar su pierna.

Hoy Lorraine dice que todo lo que quiere para navidad es una nueva etapa para reemplazar la prótesis estándar emitida por el NHS.

Está recaudando fondos para una pierna más realista, para que pueda volver a sentirse “como una dama”.

“Una pierna significaría una nueva vida para mí” dijo. “Me rompe el corazón pensar que mis tacones de 13 centímetros me costaron la pierna“.

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Lorraine cree que su diabetes tipo 2 estaba detrás de la infección que causó que su pierna fuera amputada.

Además de la cicatrización más lenta experimentada por los pacientes con diabetes, problemas como la piel rota o una úlcera pueden pasar desapercibidos y llegar a ser tan grave como una amputación.

Pero volviendo a Lorraine, tener una prótesis nueva cambiaría su vida, dice, lo que significa que no sentía que tenía que ocultarlo.

Para donar a la recaudación de fondos de Lorraine, puedes pinchar aquí.

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