El herpes zóster, es más conocido como “culebrilla” y se trata de un trastorno que tiene su origen del mismo virus de la varicela, que queda “dormido” en el organismo y se “despierta” por diferentes motivos.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos menciona que “el herpes zóster es una enfermedad causada por el virus de la varicela zoster, el mismo que causa la varicela. Después de tener varicela, el virus permanece en el cuerpo.

Puede no causar problemas durante muchos años. A medida que envejece, el virus puede reaparecer como herpes zóster. Aunque es más común en personas mayores de 50 años de edad, cualquier persona que haya tenido varicela está en riesgo”.

La culebrilla es dolorosa, está llena de líquido y aparece en forma de zarpullido con ampollas, sobre todo en el vientre y la espalda. Está causada por el mismo virus que la varicela, el cuál permanece latente en los nervios de cuerpo durante toda la vida.

El herpes zóster ocurre cuando el virus se reactiva, casi siempre porque el sistema inmunológico está debilitado por ciertas enfermedades, como pueden ser el cáncer, el VIH, un trasplante de órganos o falta de vitaminas, así como estrés, nervios o ansiedad excesivas.

1. Cómo curar la culebrilla con aceite de té verde o de árbol de té.

Este aceite es considerado antiviral y extraordinariamente antibacterial, de modo que si colocas en un algodón tres o cuatro gotas y lo aplicas muy suavemente y con movimientos ligeros y delicados sobre la zona afectada, estarás ayudando en el proceso de secado y evitarás que se te infecten.

Hazlo 4 veces al día el tiempo que sea necesario. Otra opción es colocar bolsitas de té verde calientes, pero debes tener mucho cuidado de que no se te queme la piel; las propiedades de este té harán que las ampollas se sequen mucho más rápido.

2. Remedio natural basado en la miel

La miel posee múltiples cualidades y beneficios para nuestro organismo, así como para la piel. Por ello hay tantos productos cosméticos que la usan como base, y tantos productos farmacológicos que aprovechan sus propiedades antibacteriales y antiinflamatorias.

Para usar la miel como remedio sólo debes lavar muy bien la zona y aplicar la miel directamente, dejando actuar por varias horas. Repite también 4 veces al día.

3. Diente de león

Esta es una planta medicinal muy usada por los especialistas en cómo curar la culebrilla en la piel, pues elimina con mucha efectividad las molestias de las ampollas, haciendo que se sequen rápido.

Para ello, prepara una buena infusión de diente de león con varias hojas en ½ litro de agua, deja enfriar, haz compresas y aplícalas en las áreas afectadas. También es recomendable beber 3 tazas diarias de esta infusión.

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