La edad metabólica representa al estado de salud que tiene nuestro organismo en realidad. Este puede diferir considerablemente de la edad biológica, por consiguiente, no tienen por qué ser coincidir.

A veces nos miramos al espejo y pensamos en cuestiones como: “parezco mucho mayor de lo que soy”. Pero poco hacemos al respecto. O tal vez creemos que ya lo hemos hecho todo cuando, en realidad, aún quedan estrategias muy sencillas para poner en práctica.

Por otra parte, cuando asistimos a alguna reunión social, notamos que nuestra compañera de escuela sigue teniendo el mismo espíritu jovial de siempre y la percibimos hasta más lozana.

Entonces nos preguntamos: ¿cómo es posible que, para algunos, los años no pasen? Pues todas las respuestas la encontraremos en el concepto de: la edad metabólica.

¿Cómo calcular la edad metabólica?

Generalmente un profesional de la salud puede realizar este cálculo durante una evaluación médica. Te recomendamos que optes por lo que te diga tu médico, en lugar de guiarte por los entrenadores del gimnasio (que también ofrecen el cálculo de la edad metabólica dentro de sus servicios).

Sin embargo, tú mismo puedes realizar este cálculo, de forma aproximada, si dispones de los siguientes datos:

Edad.

Altura.

Diámetro de la cintura.

Peso e índice de masa muscular.

Una vez que tengas todos estos datos puedes utilizar las calculadoras de la edad metabólica disponibles en línea. ¡OJO! Recuerda que los datos que brindan estas calculadoras son aproximados. Solo tu médico puede darte una respuesta segura.

Ahora bien, lo que hace la calculadora es una comparación del metabolismo basal de la persona con respecto a un promedio de personas del mismo grupo etario y condiciones físicas similares.

¿Qué es el metabolismo basal?

El metabolismo basal es el indicador de la energía que nuestro cuerpo gasta mientras se encuentra en reposo. Está directamente relacionado con las calorías que debemos consumir para afrontar este gasto energético.

“Comemos exactamente lo mismo, pero yo engordo por los dos” Muchas personas suelen hacer este comentario y no es una sensación. Esto sucede porque tienen un metabolismo basal diferente.

Hay personas que hacen la digestión más rápido que otras y su gasto de energía es superior. Razón por la cual, quienes tienen mayor índice de masa muscular realizan mayor gasto energético, y esto aumenta su metabolismo.

¿Qué factores influyen?

Edad.

Hormonas.

Musculatura.

Herencia familiar.

Alimentación y metabolismo.

Enfermedades relacionadas con la tiroides.

Frecuencia con que se realizan actividades físicas.

Todos estos factores pueden influir sobre nuestra edad metabólica, pero no son una excusa para que dejemos de mejorar si así lo necesitamos.

¿Cómo nos ayuda conocer nuestra edad metabólica?

El hecho de ser conscientes de la edad metabólicanos ayudará a tener un control de nuestra salud.Siempre debemos intentar que sea igual o menor a nuestra edad cronológica. Saber en qué estado se encuentra nuestro organismo nos permitirá:

Mejorar nuestra condición y aspecto físico.

Planificar acciones futuras para mejorar el metabolismo.

Conocer las calorías diarias que debemos consumir para estar saludables.

Tomar las riendas de nuestra vida si queremos estar sanos mucho tiempo más.

Prevenir futuras enfermedades causadas por excesos de grasas o pérdida muscular.

¿Podemos reducir la edad metabólica?

La respuesta es SÍ. El primer paso es tomar la decisión. Para comenzar a obtener mejoras en la salud de nuestro cuerpo debemos cambiar algunos hábitos de vida.

La fuerza de voluntad será un factor clave en este emprendimiento. El plan para rejuvenecer nuestro organismo incluye tres aspectos fundamentales que son muy fáciles de mejorar en poco tiempo.

Actividad Física

Realizar un entrenamiento diario favorecerá a nuestro metabolismo porque se desarrolla la musculatura y se genera un mayor gasto energético.

Ejercitarse al menos, 30 minutos al día, ayuda a disminuir la edad metabólica y a tener un aspecto más lozano.

Además se queman calorías durante los ejercicios.Es importante incluir caminatas, algunas actividades aeróbicas y también ejercicios de levantamiento de peso.

Dieta alimenticia saludable

Es imprescindible que nos olvidemos de las frituras y la comidas chatarra. Hay que buscar alimentos saludables y aumentar la ingesta de vegetales, carnes magras, cereales y proteínas.

Tener horarios establecidos de comidas diarias, y no saltearse ninguna, también es fundamental. Asimismo se recomienda beber agua en abundancia para mantenernos hidratados y mejorar nuestro metabolismo.

Dormir bien

El organismo necesita tener sus horas de descanso para poder funcionar adecuadamente. Algunas medidas que puedes aplicar para conseguir un mejor descanso y tener un sueño de calidad.son:

Darse un baño o una ducha caliente.

Tomar una infusión caliente antes de dormir.

Despejar nuestra mente a través de la lectura.

Realizar ciertas posturas de yoga que inducen a la relajación y, por ende al sueño.

Si se cumple con estos tres factores los cambios comenzarán a notarse muy pronto. Nuestro cuerpo comenzará a tener un aspecto más juvenil y nuestra salud mejorará significativamente.

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