La leche de vaca, como a todos se nos ha dicho, es una rica fuente de calcio, importante para nuestros huesos y dientes, contiene proteínas de alto valor biológico y otros nutrientes (vitaminas, ácidos grasos, etc.) que pueden ser benéficos para la salud.

Sin embargo, el consumo de leche de vaca podría tener efectos negativos, como indica un artículo publicado en Journal Epidemiology, en el que se relaciona el consumo de leche y lácteos con algunos tipos de cáncer y otros padecimientos.

Diversos estudios, como los realizados por la geofísica Jane Plant, jefa científica del Brotáis Geológica Survey, y el doctor Daniel Cramer, de la Universidad de Harvard, indican que un alto consumo de leche de vaca está asociado a una mayor tasa de cáncer de mama, de colon y de estómago.

5 Cosas que experimenta tu cuerpo cuando eliminas los lácteos de tu dieta

La leche de vaca aumenta los niveles en sangre de IGF-1, un factor de crecimiento que se asocia con el crecimiento de células cancerosas, de acuerdo con fitonutricion.com

El consumo de leche de vaca y lácteos parece estar ligado a diversos trastornos del sistema reproductor de la mujer; entre ellos, tumores y quistes ováricos y secreciones e infecciones vaginales. También están relacionados con los espasmos menstruales y los flujos excesivamente abundantes.

Por su rico contenido en proteínas animales y fósforo, favorece la acidez metabólica. Algunos estudios, según los especialistas, muestran que la leche de vaca disminuye el pH de la sangre (acidez), pudiendo provocar la salida del calcio de los huesos hacia la sangre, lo cual se asocia con la aparición de piedras y cálculos renales.

La proteína de la leche de vaca, la caseína, se descompone en sustancias derivadas de la morfina (las casomorfinas) en el mismo tubo digestivo, por ello tiene efectos sedantes y posibles efectos negativos en la estabilidad emocional.

Numerosos estudios avalan la posibilidad de que exista una conexión entre el consumo de leche de vaca y el autismo en niños, por condiciones similares a las del punto anterior.

En adultos, un gran número de personas experimenta mejoras en el funcionamiento digestivo y tránsito intestinal al reducir o eliminar el consumo de lácteos.

Estas evidencias clínicas hacen pensar que la reducción o eliminación de la leche de vaca, así como de otros lácteos de la dieta, puede ser más benéfico que dañino, sobre todo para personas con problemas relacionados con la digestión, el tránsito intestinal o el sistema inmunológico.
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Con el tiempo, el consumo de productos lácteos se ha convertido en un hábito para todos nosotros, pero, ¿es realmente imprescindible consumirlos a diario?

Estos son los beneficios que obtendrás al dejar de consumir productos lácteos en exceso :

1- Reducirás tu acné

La hormona IGF-1 (factor de crecimiento insulínico tipo 1), presente en la leche y sus derivados, provoca que la piel produzca un exceso de sebo que puede conducir al acné. Al reducir la ingesta de productos lácteos seguramente notes una mejora significativa.

2- Perderás peso

Consumir demasiados lácteos puede hacer que las bacterias perjudiciales de tu cuerpo crezcan y se reproduzcan, lo que conduce a la inflamación de los intestinos e impide una correcta digestión. Esto, a la larga, provoca un aumento de peso. Reducir tu consumo de estos productos te ayudará a sentirte menos hinchado.

 

3- Reducirás el riesgo de sufrir cáncer

Su alto contenido de galactosa y calcio puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de ovario en las mujeres y cáncer de próstata en los hombres.

Un estudio reciente realizado en la Universidad de Harvard demostró que las mujeres que ingerían 3 tazas de leche al día o más, tenían un riesgo mayor de sufrir cáncer de ovario.

En otra investigación demostraron que, aquellos hombres que bebían dos o más vasos de leche diariamente tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata que aquellos que no bebían leche en absoluto”.

4- Aumentarás tu longevidad

Según un estudio publicado en el British Medical Journal, las mujeres que beben 3 o más vasos de leche al día, eran más propensas a morir siendo jóvenes que las que tan solo ingerían uno o ninguno.

Sin embargo, los subproductos de la leche fermentada, como el queso y el yogur, no contienen galactosa, por lo que no son tan malos para el organismo. De hecho, incluso pueden disminuir el riesgo de muerte siempre que se consuman moderadamente.

5- Tendrás más energía

La grasa saturada, el colesterol y las hormonas que contienen los productos lácteos pueden conducir a la fatiga crónica, especialmente en individuos que tienen sensibilidad a la lactosa.

El sistema inmunológico lucha contra ella, dando como resultado una inflamación que puede provocar molestias en las articulaciones, dolores de cabeza o inflamación en el intestino delgado.

Como has podido ver, los productos lácteos no son tan buenos como nuestros padres creían. Lo cierto es que cualquier alimento consumido en exceso puede provocar serios daños en nuestro organismo, por ello es tan importante controlar las cantidades que ingerimos.

¿Reducirás tu consumo de productos lácteos? ¡Háznoslo saber en los comentarios!¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos!

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