A continuación os dejamos una lista con 11 alimentos que ayudan a prevenir este tipo de enfermedad:
1. Vino
Más que su consumo por puro placer, el vino puede tener consecuencias muy beneficiosas para nuestra salud. En un estudio realizado en 2015 por la Universidad de Carolina del Norte se encontró que las personas que consumen con regularidad antocianidinas y flavonoides, que se encuentran en el vino, tienen un 57 por ciento menos de posibilidades de padecer cáncer de esófago que aquellos que no prueban un sorbo.
Otros compuestos como los flavonoides, antioxidantes que se encuentran en la piel de la uva, también pueden influir en la expresión génica para reducir el riesgo de cáncer, de acuerdo con la investigación realizada en 2015.
La clave, sin embargo, se encuentra en la moderación. La nutricionista Anna Taylor recomienda así que los hombres y las mujeres no deben beber más de una o dos copas pequeñas de vino por día, respectivamente, si quieren mantener bajo su riesgo de cáncer.
2. Té verde
Es increíble la cantidad de propiedades que puede contener una simple hoja de té verde. Según una investigación publicada en The Journal of Nutritional Biochemistry, beber té verde previene el cáncer de piel, el cual se manifiesta con más facilidad.
Dicho producto es rico en galato de epigalocatequina o EGCG, un polifenol que tiene poderes antioxidantes intensos y que ayuda también a proteger el ADN del daño de los compuestos cancerígenos, según explica el Instituto Nacional de Cáncer en una de sus publicaciones.
En algunos estudios realizados en laboratorios de animales se ha demostrado que el polifenol EGCG que encontramos en el té verde puede retardar el crecimiento del cáncer e incluso puede causar la muerte de las células cancerígenas.
3. Salmón
Hasta un 57 por ciento menos de posibilidades de desarrollar un cáncer de próstata tienen los hombres que coman, al menos una vez por semana, este pescado graso, en comparación con los hombres que no lo comen, según un estudio publicado en el International Journal of Cancer.
El consumo de dicho pescado, junto con el del resto de pescados grasos, no beneficia únicamente a los hombres. Según una investigación desarrollada en 2015 por la Universidad del Kansas Medical Center, las mujeres que reciben su ración de ácidos grasos ricos en omega-3 disfrutan de un menor riesgo de sufrir cáncer de mama.
Esto es posible debido al EPA y DHA, dos tipos de ácidos grasos omega-3 que se encuentran en este tipo de pescados. Ambos pueden reducir con creces la capacidad de otros grasos nocivos para estimular la inflamación en el cuerpo según los investigadores.
4. Nueces de Brasil
Estas semillas, aunque aparentemente parezcan frutos secos, contienen un contenido altísimo en selenio. Dicho mineral dietético contiene propiedades antioxidantes poderosas, vinculadas con un menor riesgo de aparición de cáncer de estómago, vejiga y próstata.
Según una revisión realizada en 2014 por la Universidad estadounidense de Cochrane, el consumo de este tipo de semillas puede llegar a reducir hasta un 60 por ciento el riesgo de mortalidad por cáncer.
En su medida adecuado, un puñado de estas semillas constituye el 10 por ciento de la fibra recomendada diaria y con su consumo podríamos llegar a conseguir muchos beneficios para nuestro organismo.
5. Tomates
Pues sí, este tipo de alimento tan presente en nuestra dieta mediterránea puede llegar también a reducir el riesgo de padecer cáncer. Esto es debido al licopeno, un antioxidante presente en los tomates que les da el color rojo característico. Éste puede ayudar a detener el cáncer de mama antes que comience, según una investigación realizada en 2015 por el Journal of Cancer Prevention.
Por otro lado, el beta-caroteno y la vitamina C presentes también en el tomate se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de esófago. La clave para obtener el máximo provecho de los tomates consiste en elevar su temperatura, algo que solemos hacer cuando los cocinamos. Esto mejora la capacidad del cuerpo para absorber el licopeno, reduciendo así el riesgo de cáncer como menciona el británico Journal of Nutrition.
6. Frambuesas negras
Aunque su apariencia pueda ser similar a la de las moras, estos frutos tan deliciosos contienen propiedades beneficiosas para combatir el cáncer. Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio mencionan que los antioxidantes de las frambuesas negras pueden penetrar en los tumores que se formen en el cáncer de boca para retardar su crecimiento.
Además, las frambuesas negras junto con los frutos rojos en general, son ricas en vitamina C, fibra y ácido elágico, primordiales para ayudar a proteger nuestro organismo de un posible cáncer.
7. Brócoli
El brócoli, junto con la col, las coles de Bruselas y la coliflor, es rico en fenetil isotiocianato. Tanto es así que tiene propiedades beneficiosas para reducir en los hombres el cáncer de próstata, según la investigación en Molecular Nutrition & Food Research realizada en 2016.
Los investigadores mencionan que esta propiedad del brócoli puede combatir el cáncer por actuar dentro y fuera de los genes de una persona para mejoría de su organismo.
Según se menciona en la investigación “las verduras crucíferas contienen glucosinolatos e índoles, que son fitonutrientes que parecen reducir el riesgo de varios tipos de cáncer mediante la disminución de la inflamación, inhibiendo las enzimas que son pro-cancerígenas y mediante la estimulación de las que son anti-cancerígenas”.
A esto cabe añadir que para que aumenten sus propiedades beneficiosas contra el cáncer es sugerente el hecho de acompañar su consumo junto con el del tomate, cuya combinación hace que el aumente el proceso y los efectos beneficiosos para nuestro organismo.
8. Leche de soja
Los alimentos de soja contienen un sinfín de fitonutrientes y otras sustancias beneficiosas para reducir el cáncer, y la leche de soja no iba a ser menos. El mayor de ellos parece ser las isoflavonas, que son compuestos que mediante su bloqueo de forma natural son capaces de llegar a reducir las células que producen el cáncer de mama, reduciendo así el crecimiento de tumores dependientes de estrógenos.
Tomamos como ejemplo un estudio realizado a 97,275 mujeres, el cuál encontró que aquellas que consumían a diario leche de soja reducían con creces la posibilidad de riesgo de cáncer de ovario.
Por otro lado, el Estudio de Salud de Mujeres de Shanghai muestra que las que consumen soja durante la adolescencia y la adultez temprana reducen su riesgo de desarrollar cáncer de mama antes de la menopausia en un 60 por ciento.
9. Café
¿Pensabas que un producto tan cotidiano como el café podría tener propiedades beneficiosas contra el cáncer? Pues es cierto. Según un estudio de la Universidad de Minnesota entre 63,257 hombres y mujeres podemos extraer que el consumo diario de café reduce significativamente el riesgo de cáncer gástrico, especialmente en mujeres.
El café es rico en varios fitonutrientes y compuestos que sirven como antioxidantes, antiinflamatorios y otras funciones capaces de proteger nuestro organismo contra el cáncer. A su vez se asocia a la redución del cáncer endometrial, correctal y de hígado, así como al cáncer de piel, en menor medida que con el cáncer gástrico.
De hecho este estudio menciona que el café se ha convertido en la fuente de antioxidantes número 1 más presente en la dieta del estadounidense, y con sus propiedades tan beneficiosas no era de extrañar.
10. Aceite de Oliva
Estaba claro que nuestro maravilloso oro líquido tenía que tener un hueco en esta lista. Esto es debido a sus compuestos, tales como escualeno, polifenoles y tocoferoles que proporcionan beneficios antioxidantes y anti-inflamatorios.
Dichas propiedades son capaces de reducir con creces el riesgo de aparición del cáncer de mama, según un estudio de Medicina Interna realizado en Philadelphia. Es primordial optar por tan valioso producto siempre que sea posible, pues las propiedades beneficiosas para nuestro organismo son infinitas. Al mismo tiempo se trata de la forma menos procesada de hacer el aceite y por ello retiene la mayor cantidad de nutrientes que ayudan a combatir el cáncer.
11. Cúrcuma
Esta especia es uno de los ingredientes del curry amarillo y constituye uno de los antiinflamatorios naturales más potentes que existen. Se suele utilizar como colorante y uno de sus constituyentes principales es la curcumina.
Y bien, dicha especia tiene propiedades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas, antioxidantes y por supuesto anticancerosas.
Según algunas investigaciones recientes se ha comprobado que la curcumina reduce el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia entre otros. Al mismo tiempo, es una gran aliada ya que favorece la eliminación de sustancias cancerosas, ayudando a nuestro cuerpo a producir glutatión con un gran poder antioxidante al mismo tiempo.
Por último cabe destacar que algunos estudios califican su valor de hasta trescientas veces más potente que la vitamina E.