Las grasas buenas y malas se diferencian no solo en su origen si no también en los efectos que producen en nuestra salud. En este artículo tienes toda la información sobre las grasas: como funcionan, los tipos de grasa qué existen y cuales son sus efectos.

Anteriormente que nada debo aclararte que las grasas son necesarias para vivir. No podemos sustituirlas ni eliminarlas de nuestra dieta diaria.

La grasa es un nutriente que se ha estigmatizado como algo que se debe evitar. En gran numero de ocasiones habrás oído que, para adelgazar, debes comer alimentos bajos en grasa o directamente suprimir la grasa.

Aunque no lo creas la grasa posee nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita para estar sano. Por eso, en lugar de suprimir la grasa de tu dieta, es mejor suprimir ciertos tipos de grasas e incluir otros.

Diferencias entre las Grasas Buenas y Malas

Grasas Malas: Grasas Saturadas

Las grasas malas son las grasas que provienen de productos de origen animal y se llaman grasas saturadas. Éstas disparan la producción de colesterol y pueden ocasionar dolencias coronarias.

Las grasas saturadas se encuentran en los productos animales como la carne y los productos lácteos. 

Es notable destacar, en cualquier suceso, que el consumo de alimentos de origen animal (lácteos, huevos, y carne roja fundamentalmente) se puede puede siempre que sea de una figura moderada y dentro de una dieta equilibrada.

Grasas Malas: Las Grasas Trans

Este segundo tipo de grasa se debe evitar a toda costa pues son, sin duda, lo peor de lo peor.

Las grasas trans se encuentran en las mantecas vegetales, las margarinas, muchísimas galletas, casi toda la bollería industrial, los bocadillos industriales, las patatas fritas, las comidas rápidas y, en general y por resumir, en la mayoría de la comida procesados.

Las grasas trans son peores que las saturadas porque no solo aumentan el colesterol malo, si no que, para colmo, reducen el colesterol bueno al mismo tiempo.

Grasas buenas: Las insaturadas y poliinsaturadas

Lo ideal es que  la mayor parte de la grasa que ingieras provenga de fuentes no saturadas.

Las grasas buenas son las poliinsaturadas y las grasas monoinsaturadas. Son utilizadas por el cuerpo y facilitan muchos utilidades para la salud.

Las Grasas insaturadas o grasas buenas provienen de los frutos secos, los aceites vegetales y del pescado ( el conocido Omega 3).

Las grasas insaturadas no elevan los niveles de colesterol en la sangre, como las grasas saturadas.

Estas grasas buenas (poliinsaturados y monoinsaturados) llegan a formar parte de nuestra membrana plasmática en nuestras células, haciendo que en las células haya una mayor facilidad de salida de la energía, (entre diferentes cosas) la que se consigue al “quemar” los ácidos grasos, la glucosa o los aminoácidos en los mitocondrias celulares.

Función de las Grasas en nuestro cuerpo

Te cuento, anteriormente que nada, cómo funcionan las grasas en nuestro organismo. Unos ideas claros:

La grasa permite que en las células haya una mayor facilidad de salida de la energía, la que se consigue al “quemar” los ácidos grasos, la glucosa o los aminoácidos en las mitocondrias celulares.

Las mitocondrias celulares son unos orgánulos que se encargan de suministrar la energía a las células.

Las grasas llegan a formar parte de nuestra membrana plasmática en nuestras células ( la membrana que recubre y delimita una célula).

Si una persona ingiere con frecuencia a lo largo de su vida “grasas buenas” (poliinsaturadas y monoinsaturadas) estará creando membranas plasmáticas flexibles, permeables, donde la energía sale con facilidad para su uso.

En cambio, si esta persona ingiere las llamadas “grasas malas” (saturadas y trans) creará un membrana plasmática más bien rígida y poco flexible y de este modo a la energía le costará salir, quedándose almacenada en las propias células y produciendo más grasa y-más visiblemente- sobrepeso y obesidad.

Europa esta tratando legislar encima del consumo de las grasas trans.

Las grasas y el sobrepeso

Está claro que el sobrepeso posee muchos factores y que el ejercicio físico juega un papel igual de notable que la correcta alimentación.

sin embargo esto es la base para prevenir la obesidad. Para evitar la acumulación de grasas hay que tener en cuenta también la fisiología de las grasas.

Las grasas son utilizadas por el cuerpo para gran cantidad funciones, incluyendo:

la fisiología de la membrana celular

la absorción de vitaminas.

la producción de energía.

No digo con esto que este hecho sea el único responsable del origen del sobrepeso. Está claro que el sobrepeso es multifactorial, y que el ejercicio físico juega un papel igual de notable que la correcta alimentación, pero esto es la base, es la fisiología de las grasas buenas y malas y hay que tenerlo muy en cuenta.

Las grasas buenas se queman mejor y de figura más fácil. Las grasas malas se queman peor y de figura más difícil pero no por la naturaleza de ellas en sí mismas sino por la naturaleza de las membranas plasmáticas que crean al consumirlas.

Por este motivo, se recomienda el consumo de pescados en general, frutos y semillas secos, aceite de oliva, aguacate, carnes magras (tipo solomillo) y lácteos semidesnatados.

¿Existen Alimentos quema grasas?

Hoy en día está muy demostrado que todo pasa por las grasas y lo que debe recomendarse son alimentos con las llamadas “grasas buenas”.

La comida no son quema grasa por ellos mismos, pero si pueden impulsar la movilización de las grasas, o de los procesos enzimáticos.

Dentro de estos alimentos se encuentran:

Los frutos secos y semillas: la almendra, las nueces, avellanas, piñones, semillas de calabaza y semillas de girasol.

Las crucíferas: el brócoli, la col, berro, rábano, nabo, coliflor y repollo.

Pescados: el salmón y otros pescados azules o grasos como son el atún, la sardina, caballa, arenque, salmonete, jurel, boquerón, emperador.

Tés: te verde, negro, rojo, y blanco.

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