Actualmente estamos mucho más preocupados por nuestra salud tanto física como mental.

No obstante,  hay ocasiones en las que es inevitable sentirse mal tanto física como psíquicamente por algún motivo u otro.

Cuando nos sentimos mal, lo primero que solemos hacer es automedicarnos cuando notamos un dolor leve de cabeza, garganta o estómago así como acudir al doctor cuando sentimos un dolor mucho más fuerte.

No todas las personas saben que todo tipo de dolores y enfermedades de este tipo están vinculadas con los nervios de nuestro cuerpo.

Así, cuando no es demasiado fuerte, el tratamiento de algunos dolores como el de cabeza, el de garganta o el estómago podemos dárnoslo nosotros mismos gracias algunas técnicas de medicinas procedentes del Lejano Oriente.

A continuación os mostraremos algunos de estos masajes y técnicas que podemos seguir según el tipo y la zona del dolor.

1. Masaje para aliviar el dolor de garganta

Uno de los dolores más comunes que solemos tener es el de garganta. Para poder calmarlo, basta con rascarnos los oídos todos los días.

Esto se debe a la estimulación de los propios nervios que se encuentran en la zona interna del oído.

Al rascarlos a diario se produce un reflejo involuntario que alivia la irritación y el picor de garganta mediante el espasmo muscular.

2. Masaje para aliviar el dolor de estómago

Otra de las molestias comunes que solemos tener en nuestro día a día es el dolor de estómago.

Para aliviar las el malestar leve basta con golpear fuertemente el estómago con el dedo gordo de la mano.

Al hacerlo, las propias terminaciones nerviosas del dedo nos ayudan a normalizar la respiración.

De esta forma logramos disminuir el dolor de estómago producido por el fuerte estrés al que estamos sometidos en nuestro día a día y que nos dificulta la respiración.

De esta forma, estas terminaciones nerviosas de los dedos normalizarán nuestra respiración y se desacelerará nuestro ritmo cardíaco, lo que nos ayudará a calmarnos.

3. Destapa la nariz fácilmente

Si te encuentras resfriado y tienes la nariz tapada, lo único que tienes que hacer es pegar la lengua al paladar durante unos segundos. 

Otro de los remedios es presionar cada una de nuestras cejas con un dedo.

Con estos sencillos gestos regularemos la presión en las fosas nasales y se reducirá el moco acumulado en su interior.

De esta forma conseguiremos aliviar el dolor y favoreceremos la salida de la mucosidad, lo que nos permitirá respirar mucho mejor.

4. Acaba con el dolor de muelas

Esto es uno de los dolores más comunes y también uno de los más molestos. No obstante, puede solucionarse con solo sostener un cubito de hielo en nuestra mano.

Este alivio del dolor de muelas gracias al cubito de hielo viene dado por las terminaciones nerviosas que conectan nuestro cerebro con el área entre el dedo pulgar y el índice.

5. Masaje para aliviar el dolor de cabeza

El dolor más común en todas las personas suele ser el de cabeza, que puede aparecer por el estrés del día a día y por nuestros problemas diarios.

Para aliviarlo, basta con presionar el dedo pulgar durante 5 minutos.

Como hemos mencionado anteriormente, los dedos pulgar e índice de la mano están conectados a nuestro cerebro.

Así, al estimularlos, el dolor pasará.

6. Regula la presión alta

Para reducir tu presión alta lo único que tienes que hacer es sujetar el dedo corazón de la mano lo más fuerte que puedas.

Esto también te ayudará a reducir tu ansiedad y los arranques de furia en un momento de enfado.

7. Masaje para normalizar el ritmo cardíaco acelerado

Si notas que tu corazón se ha acelerado de una manera inusual, lo único que tienes que hacer es masajear el dedo anular. De esta forma podrás reducir este ritmo cardíaco y volver a la normalidad.

Además de ello, realiza ejercicios de respiración, inhalando y exhalando lenta y profundamente por la nariz y la boca.

Mientras haces estos ejercicios de respiración masajea dedo anular durante 5 minutos respirando lentamente.

De esta forma tanto tu pulso como tu ritmo cardíaco volverán a la normalidad.

8. Alivia las náuseas

Masajeando la parte central de nuestras dos manos reduciremos nuestras náuseas y ganas de vomitar, ya que el centro de las manos se corresponde con el centro de nuestras emociones.

Recuerda que debes acompañar estos masajes con una respiración relajada.

9. Controla los ataques de pánico

Ante un posible ataque de pánico, solo tienes que juntar las manos, sin realizar ningún tipo de presión, durante unos minutos.

Así conseguirás calmarte, ya que el flujo sanguíneo y la respiración se normalizarán en esta postura.

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