Debido a los cambios en el estilo de vida y la alimentación de las últimas décadas, casi la mitad de los adultos en América padecen de hipertensión o presión alta (1).

Por lo que mucha gente se encuentra en tratamiento médico para contrarrestar esta enfermedad.

Sin embargo, también existe una amplia gama de remedios herbales que ayudan al cuerpo a combatir la hipertensión en conjunto con los cambios positivos en el estilo de vida. Aquí te decimos cuáles son y cómo utilizarlos.

No olvides que siempre debes consultar a tu médico antes de empezar a tomar cualquier suplemento o remedio naturista.

1. Albahaca 

La albahaca es una especia deliciosa que se lleva bien con una gran variedad de alimentos, pero también puede ayudarte a bajar tu presión sanguínea.

El extracto de albahaca ha probado ser efectivo para disminuir la presión sanguínea en roedores, aunque con un efecto breve.

Se requieren más estudios al respecto pero se cree que el eugenol, un químico presente en esta hierba, puede bloquear ciertas sustancias que fomentan que los vasos sanguíneos se hagan más estrechos, lo que causa una disminución en la presión (2).

De cualquier manera, agregar albahaca fresca a tu dieta no puede hacer daño. Mantén una pequeña maceta con esta hierba en tu jardín o tu cocina y agrega las hojas recién cortadas a pastas, sopas, ensaladas y guisados.

2. Canela 

La canela es otra especia muy sabrosa que puedes incluir en tu dieta sin esfuerzos agregándola a infusiones, al café, al cereal del desayuno, a postres e incluso guisos exóticos.

Además, un estudio llevado a cabo en roedores sugiere la posibilidad de que el extracto de canela puede ayudar a disminuir la presión cuando ésta incrementa de manera súbita o crónica (3).

El extracto se administró a los animales de forma intravenosa, y aún no es claro si el consumo oral de la canela tiene la misma efectividad.

3. Cardamomo

El cardamomo es una hierba aromática endémica de la India que con frecuencia se utiliza en la cocina asiática.

Un estudio que investigó sus efectos en la salud de 20 sujetos con presión alta encontró disminuciones significativas en las lecturas de la presión después de administrarles 1.5 g de cardamomo en polvo dos veces al día por doce semanas (4).

Puedes agregar cardamomo en tus infusiones, sopas y guisados calientes. También a tus recetas de repostería no sólo por su sabor, sino por sus potenciales beneficios a la salud.

4. Semilla de lino

Las semillas de lino son una fuente maravillosa de ácidos grasos omega-3 y algunos estudios han mostrado que su consumo puede ayudar a disminuir la presión sanguínea.

Un estudio reciente sugirió que tomar de 30 a 40 g de semillas de lino al día por 12 semanas reporta los mejores beneficios (5).

Las semillas de lino son agentes protectores en contra de la enfermedad cardiovascular arteriosclerótica, pues reducen el colesterol malo, incrementando la tolerancia a la glucosa y actuando como factor antioxidante.

Puedes conseguir muchos productos que contienen semilla de lino, también llamada linaza. Pero lo mejor es que la compres entera o molida para que puedas agregarla a tus cereales, licuados y darle consistencia a tus guisos.

Lo mejor de la linaza es que puedes agregarla virtualmente a cualquier cosa, incluyendo recetas de repostería. Tiene mucha fibra y es un excelente remedio contra el estreñimiento.

5. Ajo

El ajo es una especie presente en las cocinas alrededor de todo el mundo, pero no sólo tiene usos culinarios, sino también para la salud.

Entre sus muchos beneficios, se considera que el ajo puede reducir la presión sanguínea pues incrementa la cantidad de óxido nítrico que es un vasodilatador que aumenta el tamaño de los vasos sanguíneos.

Puedes agregar ajo fresco a un gran numero de recetas. Se lleva de maravilla con las pastas, las marinadas, los aderezos y los pescados. A muchas personas, sin embargo, no les gusta el ajo.

Si eres de ellas, puedes conseguir suplementos insaboros en forma de cápsulas.

6. Jengibre

Estudios en animales han mostrado que mejora la circulación y tiene la capacidad de relajar los músculos que circundan los vasos sanguíneos, disminuyendo así la presión, aunque se necesitan estudios clínicos en seres humanos para determinar su eficacia (6).

Comúnmente utilizado en la cocina asiática, el jengibre es un ingrediente versátil que puede agregarse a postres y bebidas, así como a sopas y guisos.

Es uno de los componentes del curry e incluso puede combinarse fresco con el sushi o freírse y consumirse como botana.

Iniciar el día con una infusión de jengibre suave es una excelente recomendación par las personas que padecen gastritis.

7. Espino

El espino es una hierba medicinal que ha sido utilizada durante milenos por la medicina tradicional china para combatir la hipertensión.

En roedores el extracto de espino parece tener una serie de beneficios para la salud cardiovascular, incluyendo la reducción de la presión sanguínea y prevención del endurecimiento de las arterias y disminuir el colesterol (7).

Puedes consumir hierba de espino en forma de extracto líquido, té o suplementos.

8. Semilla de apio

La semilla de apio es una hierba tradicionalmente usada para darle sabor a sopas, guisados y marinadas. El apio ha sido vinculado con el tratamiento de la hipertensión en la medicina tradicional china. Estudios en roedores muestran que podría ser efectivo para combatirla (8).

Puedes utilizar sólo las semillas del apio o la planta completa. El apio también tiene un comprobado efecto diurético que te ayuda a combatir la retención de líquidos, una de las causas de la hipertensión.

Los investigadores consideran que una variedad de sustancias contenidas en esta planta puede ayudar con este padecimiento, pero se requieren más pruebas.

9. Lavanda francesa

La belleza y el perfume de la lavanda no son los únicos beneficios que nos brinda esta planta. Sus extractos han probado ser de utilidad para disminuir la presión sanguínea en roedores (9).

Aunque muchas personas no consideran la lavanda como una hierba con propiedades culinarias, puedes usar las flores en recetas de repostería y las hojas para preparar infusiones del mismo modo que el romero.

10. Uña de gato

La uña de gato es una hierba tradicional utilizada en la medicina oriental para combatir la hipertensión y los problemas neurológicos.

Algunos estudios al respecto muestran que esta planta podría disminuir la presión sanguínea pues tiene un efecto en los canales osmóticos de calcio en las células (10).

Puedes conseguir suplementos de uña de gato en tiendas naturistas.

La hipertensión ocurre cuando la presión de la sangre en tus venas alcanza niveles poco saludables.

La medición de la presión sanguínea indica cuánta sangre está pasando por las venas y la cantidad de resistencia que acumula mientras el corazón bombea. Cuanto más estrechas sean las arterias, mayor será la presión.

A mediano y largo plazo, puede provocar problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiacas, y cada día es más común entre la población.

En suma, la hipertensión es una condición que se desarrolla a lo largo de varios años y tiende a ser asintomática. Éste es uno de sus principales peligros ya que puede pasar desapercibida hasta causar daño en las arterias, el cerebro, los ojos y los riñones.

La hipertensión, más que una enfermedad, suele ser un síntoma de otras condiciones. Puede verse influenciada por la genética, el ambiente, el estrés, la alimentación, el colesterol, el abuso de alcohol, etc.

Un consumo elevado de sodio también se vincula con el aumento de la presión sanguínea.

La detección temprana es de suma importancia. La mejor forma de mantener una buena monitorización de tu presión sanguínea es asistir a tus revisiones médicas dos veces al año.

Si experimentas dolores de cabeza frecuentes, te falta el aliento, tienes sangrados nasales, dolor en el pecho, mareos o problemas de visión, acude de inmediato a tu doctor pues podrías padecer presión elevada.

Aunque en la mayoría de los casos los resultados no son concluyentes, la ciencia apunta a que existen varios remedios herbales que pueden ayudarte a disminuir la presión sanguínea.

Combínalos con un estilo de vida saludable, una correcta alimentación y ejercicio regular para obtener los mejores resultados.

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