La mayoría de las personas desconocemos qué es la histamina, peor aun, ignoramos lo que es la intolerancia a la histamina.

En cambio los antihistamínicos, prácticamente son conocidos por la mayoría de nosotros.

Los antihistamínicos son prescritos por los médicos para “combatir” las alergias.

Lo que no sabemos es que en realidad las histaminas son las que combaten las alergias.

Los antihistamínicos simplemente luchan contra los síntomas que las histaminas causan en su luchan contra los alérgenos.

Las histaminas son sustancias químicas naturales producidas por el cuerpo.

El sistema inmune es el responsable de fabricarlas.

Y si algo molesta al cuerpo, las histaminas se encargan de contrarrestarlas.

Las histaminas pueden, por lo tanto, ser consideradas guerreros que luchan a favor del cuerpo.

Para la mayoría de las personas, la histamina no es un problema.

Pero existen causas potenciales que pueden afectar a algunas personas.

Si produces demasiada histamina o no se descompone adecuadamente, te va a causar distintos síntomas.

¿Qué papel desempeña la histamina en nuestro organismo?

La histamina es un compuesto que se encuentra en cada células del cuerpo.

También es un componente natural de muchos alimentos.

Además es un componente vital tanto del sistema inmunológico como del sistema neurológico, y está implicada en el proceso de inflamación.

La histamina causa múltiples síntomas, variando según dónde se libera y qué receptores une.

Es vital para una óptima digestión, puesto que es un componente clave para el ácido estomacal.

Se necesita para descomponer los alimentos.

Posiblemente estés más familiarizado con su papel en el sistema inmunitario.

Al estornudar o sentir comezón al estar expuesto a un alérgeno, es el mecanismo de defensa del cuerpo el que está actuando.

Entonces, al ser alérgico al polvo y entrar en la nariz, las histaminas te hacen estornudar.

Es la histamina en acción, provocando una respuesta inflamatoria inmediata.

Aunque a veces, nuestros cuerpos tienden a reaccionar de forma exagerada, aunque su única intención es protegernos.

Una de esas reacciones exageradas es la inflamación de nuestros conductos respiratorios, como la garganta, que luego causa un bloqueo en nuestra respiración.

Y es por eso que tenemos antihistamínicos.

Los antihistamínicos previenen la reacción exagerada a los alérgenos que son causados ​​por las histaminas.

La histamina es capaz de afectar desde el intestino, hasta los pulmones, pasando por la piel, el cerebro y todo el sistema cardiovascular.

Razón por la cual es capaz de producir múltiples síntomas.

Lo que a su vez dificulta identificar y diagnosticar la intolerancia a la histamina.

¿Qué es la intolerancia a la histamina?

Se desconoce la causa de la intolerancia a la histamina.

La hipótesis predominante es que la intolerancia a la histamina ocurre cuando se acumula histamina.

Si no tienes problemas de salud, la histamina se descompone con regularidad en dos enzimas.

Estas dos enzimas se llaman diamina oxidasa y Histamina-N-MetilTransferasa.

La enzima diamina oxidasa (DAO) proviene del intestino, mientras que la Histamina-N-MetilTransferasa (HNMT) se puede encontrar en el hígado.

Si cualquiera de dichos órganos está enfermo, probablemente histamina no se descompondrá adecuadamente.

Cuando la histamina no se descompone con adecuadamente, se acumula.

Causando una reacción alérgica exagerada.

También se ha planteado la hipótesis de que las personas que tienen trastornos gastrointestinales y hepáticos probablemente tengan intolerancia a la histamina.

Síntomas que apuntan a que eres intolerante a la histamina

Si en tu dieta hay mucha histamina o eres sensible a la histamina, puedes experimentar todo tipo de síntomas.

La mayoría de las personas jamás considerarían dichos síntomas relacionados con la dieta.

Asma, ataques de pánico, calambres y trastornos del sueño, son algunos de dichos síntomas.

Lista de los síntomas que puedes sufrir si eres intolerante a la histamina:

Dolores de cabeza o migrañas: a pesar de haber dormido bien y estás bien hidratado todo el día.

Excitación: sin ningún motivo y con facilidad.

Dificultades para dormir: aun y cuando no estás estresado o no padeces de insomnio.

Sufres hipertensión: a pesar de hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada.

Mareos repentinos: así como náuseas y vomitos.

Frecuencia cardíaca acelerada: aun y cuando tu esfuerzo físico es mínimo.

Temperatura corporal:dificultades para mantener regulada la temperatura.

Sufres ansiedad por cosas simples.

Cólicos abdominales: sin tener el período. Y tu ciclo menstrual parece anormal.

Dificultades para respirar: estornudas sin motivo y tienes congestión nasal.

Agotamiento físico: te sientes agotado, a pesar que el día acaba de comenzar.

Te sonrojas sin razón, y la urticaria aparece sin causa.

Si padeces varios de estos síntomas, asegúrate de ver al médico lo más rápido posible.

Puede que seas intolerante a la histamina.

También podrían ser síntomas de otra enfermedad.

Cualquiera que sea el motivo, lo mejor es obtener ayuda médica.

¿Qué medidas puedes tomar si eres intolerante a la histamina?

Si eres intolerante a la histamina, la dieta no es lo único que debes cambiar.

El tratamiento para esto no depende únicamente de lo que debes y no debes comer.

Un enfoque integral para tratar la intolerancia a la histamina siempre es lo mejor.

Sí, comer sano es una forma de tratar esto, pero si quieres mejorar, ¿por qué no hacerlo totalmente?

¿Verdad?

El descanso es vital para controlar la intolerancia a la histamina

En primer lugar, si eres intolerante a la histamina, deberías dormir lo suficiente, de 7-8 horas de sueño durante la noche.

Si trabajas durante la noche y duermes por el día, sería recomendable dormir en una habitación que esté totalmente a oscuras.

Debes asegurarte que no haya luz al dormir durante el día.

Es recomendable hacer mucho ejercicio regular

Hacer ejercicio no solo ayuda con la intolerancia a la histamina, sino que también te ayudará a mantener o perder peso.

Dos signos de intolerancia a la histamina son la hipertensión y la dificultad para respirar.

Si haces ejercicio regularmente, aumentarás la resistencia física y también consumirás esas calorías innecesarias.

Aprende cuándo es el momento adecuado para relajarte

Incluso la maquinaria mejor engrasada necesita dejar de funcionar cada cierto tiempo.

Y tú también debes hacerlo!

La relajación puede ser evitar todo aquello que te cansa.

No necesariamente unas vacaciones exóticas en las Bahamas.

Puedes coger un libro o comprar una película y sentarte, disfrutar y relajarte.

La relajación no significa necesariamente relajarse cuando estás agobiado por el trabajo.

También puede significar esos descansos para tomar algo y disfrutar minutos libres de estrés.

Seguir una dieta pobre en histamina

Comer alimentos frescos tanto como sea posible.

Los alimentos procesados ​​y fermentados generalmente son ricos en potenciadores de histamina.

O en sustancias químicas que desencadenan un aumento en el nivel de histamina.

Comer carne fresca y pescado, así como el consumo regular de huevos sería excelente.

Comer frutas frescas como mangos, manzanas, kiwis, sandías y uvas.

Las verduras frescas también son recomendables, aunque es posible que debas evitar comer solanáceas como los tomates, berenjenas y espinacas.

También, es recomendable usar aceite de coco virgeny aceite de oliva para cocinar.

Cambiar el café por el té también te haría maravillas, especialmente por infusiones de hierbas.

¿Qué son los alimentos bajos en histamina?

Si tienes intolerancia a la histamina, estos son los alimentos que debes incluir en tu dieta:

Carne y aves de corral, frescas o congeladas

Pescado fresco

Aceite de oliva virgen extra

Huevos frescos de pollos alimentados a la manera tradicional.

Arroz integral, quinua y otros granos sin gluten

Frutas frescas como: mango, pera, sandía, manzana, kiwi, melón, uvas. Exceptuando papayas, piñas, fresas

Vegetales frescos

Productos lácteos de coco, arroz y almendras

Mantequilla de almendras de elaboración casera y mantequilla de caprinos alimentados con pasto.

Café orgánico

Vegetales de hoja verde

Infusiones de hierbas

¿Qué alimentos son ricos en histamina?

Si padeces intolerancia a la histamina, debes evitar comer estos alimentos:

Bebidas alcohólicas fermentadas como vino, cerveza y champán.

Alimentos fermentados como chucrut e ingredientes como vinagre y salsa de soja.

Alimentos que incluyen vinagre como mayonesa y encurtidos.

Carne curada como tocino y salami.

Alimentos que incluyan leche y crema agria.

Frutas secas como albaricoques, mangos y pasas.

La mayoría de los cítricos, plátanos, piñas, tomates y fresas.

Queso madurado.

Cacahuetes, anacardos y nueces.

Tomates, espinacas, aguacates, y berenjenas.

Pescado ahumado, especialmente caballa, anchoas, sardinas y atún.

Alimentos procesados ​​y conservados de cualquier tipo.

¿Quién está en riesgo de padecer intolerancia a la histamina?

La intolerancia a la histamina afecta al menos al 1% de las personas.

Pero la mayoría de quienes padecen intolerancia a la histamina no se diagnostican, por lo que la prevalencia real es seguramente mucho mayor.

El 80% de los pacientes con intolerancia a la histamina son de mediana edad, y la gran mayoría son mujeres.

Otros factores de riesgo para la intolerancia a la histamina incluyen:

Daño gastrointestinal causado por enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, quimioterapia.

Déficit en vitamina B6, vitamina C, zinc o cobre.

Anomalías genéticas en DAO (diamina oxidasa), la principal enzima responsable de protegernos de la histamina en los alimentos.

Tomar medicamentos que interfieren con el metabolismo de la histamina.

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¿Sabes si eres intolerante a la histamina?

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