Al pensar en la espinaca, es inevitable no evocar los recuerdos del mítico personaje de caricaturas, Popeye. Aquel valiente marino que afrontaba cualquier tipo de peligrosas aventuras para rescatar a su amada Olivia. Lo más característico de sus andanzas, sin duda, era su particular pasión por estas verdes hojas, las cuales le otorgaban una fuerza sobrehumana para solventar cualquier situación.

Si bien es cierto que comerla no lo convertirán en un Popeye de la vida real, la planta posee grandes beneficios. Su enorme contenido de nutrientes, vitaminas y minerales la convierten en un excelente alimento.

¡A comer espinaca!

Evita úlceras gástricas

Entre otros vegetales, tiene la capacidad de proteger la membrana mucosa del estómago, lo que disminuye el riesgo de aparición de úlceras. Por otro lado, también se ha demostrado que es capaz de aumentar la resistencia del tracto digestivo. De tal manera que aleja cualquier inflamación en esta zona del organismo.

Buen amigo del cerebro

El consumo es sumamente beneficioso para el pilar del sistema nervioso. El alto contenido de potasio, folato y numerosos antioxidantes poseen bondades neurológicas.

En cuanto al folato, es ideal para personas de edad avanzada y con riesgo de deterioro neuronal, y es muy buena para reducir los casos de alzhéimer. Por otro lado, el potasio está relacionado con el aumento del flujo sanguíneo del cerebro. De tal manera que condiciona positivamente la concentración y la actividad neuronal.

Además, la luteína previene ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.

Fortifican el cuerpo

La utilización que le daba el recordado marinero Popeye no es del todo un mito. Se ha demostrado, según el Journal of Cardiovascular Nursing, que refuerza la masa muscular. El antioxidante C0-Q10 juega un papel importante en la fibra del cuerpo. El principal beneficiado es el corazón, al prevenir insuficiencias cardíacas.

Además, el sistema óseo se repotencia. Gracias a la vitamina K, la retención de calcio es óptima. También, la presencia de minerales como manganeso, cobre, magnesio, zinc y fósforo influyen en un esqueleto más fuerte.

Por otro lado, el órgano de mayor tamaño, la piel, se ve favorecida. Los diferentes filonutrientes y pigmentos la protegen de los rayos UV.

“Son para verte mejor”

La espinaca es una gran fuente de betacaroteno, luteína y xanteno. Estos componentes son ideales para mejorar la vista. Evitan algunas incómodas sensaciones de picor, resequedad o úlceras. Además, posee propiedades antinflamatorias que evaden la irritación ocular. Por otro lado, la luteína y la zeaxantina son perfectos para alejar las cataratas.

Regula la presión arterial

El alto contenido de potasio y el muy reducido de sodio generan un balance perfecto para consumirla. La composición mineral es muy buena para personas con presión arterial alta, y la llevan a un nivel adecuado.

Además, el ácido fólico es otro factor que reduce la hipertensión, ya que relaja los vasos sanguíneos.

Enemiga del cáncer

Varios componentes se han encontrado muy positivos para el tratamiento y prevención de algunos tipos de cáncer. El consumo es bueno para lidiar con el de vejiga, próstata, hígado y pulmón. El folato, el tocoferol y la clorofilina actúan como mecanismos de defensa para el organismo.

Ahora, seguramente no dudará en incluirla en sus platos. No solo aporta un buen sabor a las comidas, sino también grandes razones para sentirse muy saludable y en forma.

Deja una respuesta