El melón amargo o karela es una planta que puede ayudar a nuestro cuerpo a funcionar como debería, las personas en diferentes partes del mundo lo usan. Lo usan para tratar numerosos problemas médicos como el estreñimiento o la neumonía.
Pero, de acuerdo con 2 investigaciones recientes, karela también es útil contra 2 problemas médicos peligrosos: Cáncer y diabetes. Es posible que no hayas oído hablar de esta planta, pero aquí te presentaré muchos de sus beneficios y cómo puedes usarlo para tratar numerosas enfermedades y dolencias.
Karela: Cura la diabetes y el cáncer.
Karela se ve como un pepino y es de color verde. Crece principalmente en el sudeste de Asia y América del Sur. Durante algunas investigaciones recientes, el Dr. Frank Shallenberger afirmó que esta planta puede tratar el cáncer y la diabetes.
Karela tiene la capacidad de inhibir las células malignas. Según un estudio realizado por este médico, el 5% de este melón amargo logró disminuir el cáncer de páncreas en pacientes.
De acuerdo con un estudio científico realizado por la Universidad de Colorado, karela fue examinada en cáncer de páncreas.
Estos son los beneficios que tiene karela para nuestra salud
Trata las infecciones de la piel
Lucha contra el asma
Aumenta nuestra resistencia y mejora nuestra energía
Contiene muchos folatos
Contiene muchos polipéptidos que pueden normalizar nuestros niveles de azúcar en la sangre
Puede ayudarnos a tratar problemas de visión
Lucha contra la resaca
Mejora las funciones de nuestro sistema digestivo
Nos ayuda a eliminar toxinas de forma natural
Nos puede ayudar a perder peso
Elimina el acné y mejora la apariencia de nuestra piel
Jugo de Karela
¡Echa un vistazo a nuestro remedio casero que te ayudará contra la diabetes, el cáncer y mejorará tu sistema inmunológico!
Ingredientes
1 cuchara
1 karela
1 cuchillo
1 tazón
Agua (cantidad necesaria)
Preparación
Primero, debes pelar la karela. Lávala bien para eliminar toda la suciedad.
Córtala en 2 partes. Retira su pulpa y sus semillas.
Pica la pulpa finamente. Ponla en un recipiente con agua. Déjala reposar así durante media hora.
Después de eso, coloca la pulpa en una licuadora con un poco de agua.
Licúala bien para obtener jugo. Puedes agregar un poco de jengibre y miel si quieres.
Cola el jugo y transfiérelo a un frasco de vidrio.
Ponlo en el refrigerador por varias horas.
¡Está listo para beber!