No creo que nadie sea fanático de las dietasrestrictivas que te limitan los alimentos.Afortunadamente, la única manera de tener una vida saludable y una buena relación con la comida es alimentarnos con todo tipo de platos; pero siempre con moderación.

Justo como me gusta: Bajar de peso sin dejar de comer. Por eso te recomendamos 6 maneras sencillas pero muy efectivas de deshacerte de esos kilitos de más de una vez por todas sin morir de hambre ni perder la cabeza en el intento.

1- Dejar el azúcar refinado también incluye las bebidas endulzadas

El azúcar agregado es muy poco saludable; solo contiene calorías vacías sin ningún tipo de nutriente para el cuerpo. Además, se ha demostrado que tiene un efecto dañino sobre la salud metabólica. Cuando consumes azúcar, el hígado obtiene una sobre dosis de fructosa, por lo cual es forzado a convertirla toda en grasa. Así que consumir mucha azúcar puede ocasionar resistencia a la insulina junto con otras enfermedades.

Debes asegurarte de también tomar el cuenta las calorías que consumes en las bebidas; ya que usualmente solemos olvidarlas y terminamos consumiendo el doble de las calorías necesarias.

Prefiere las frutas naturalmente dulces, completas y crudas para que aproveches toda su fibra

2- Comer más proteína es una genial estrategia a largo plazo para adelgazar

La proteína es uno de los macronutrientes más importantes a la hora de bajar de peso: reduce el hambre en un 60%, incrementa el metabolismo, te hace quemar de 80 a 100 calorías al día, y te ayuda a comer menos.

Además de ayudarte a quemar grasas, no recuperaras el peso que perdiste con una dieta sobre la base de proteínas de calidad. Además, como es un alimento saciante, podrás mantener felizmente una dieta saludable a lo largo del tiempo.

3- Reduce los carbohidratos

Pero no creas que los únicos carbohidratos son los panes y las harinas; hay carbohidratos también en frutas y vegetales. Realmente los hidratos de carbono que deberías abandonar son los refinados, o las harinas blancas, ya que solo contienen calorías, muy pocos nutrientes, y nada de fibra. Sustitúyelos por sus versiones integrales, ya que contienen todas sus propiedades. Sin embargo; no porque sean integrales debes considerar su consumo en carta blanca. Tus platos siempre deben ser balanceados y equilibrados con los otros grupos alimenticios.

Cortar con los carbohidratos al mínimo diario hará que pierdas peso muy rápido; solo llena el plato con más vegetales, verduras, fruta y proteína.

4- Come alimentos ricos en fibra

Pero no cualquier fibra, sino en especial la que es soluble en agua. Esto porque mientras pasa por nuestro organismo, es capaz de absorber líquidos y grasas para desecharlos del cuerpo. Piensa que este tipo de fibra tiene un efecto desintoxicante en tu sistema digestivo.

Por otro lado, esta característica de absorción, hace que se “infle” o se convierta en un gel dentro de nuestro cuerpo, haciendo que nos sintamos mucho más llenos; por lo cual estaremos saciadas por un buen tiempo.

5- No puedes dejar de lado el ejercicio

Puede que parezca una molestia; pero una de las maneras más sencillas para adelgazar es hacer ejercicio. Y esa es la verdad, no lo puedes evitar.

Hacer ejercicios de cardio aeróbicos como caminar, correr, nadar, ocasionan una reducción de peso significativa. Pero ten en cuenta que no cualquier ejercicio te dará los mismos resultados; por más que lo intentes, hacer solo abdominales no te hará adelgazar. Debes hacer rutinas de cardio junto con ejercicios de resistencia para obtener resultados ideales.

6- Debes tener un control de lo que comes

Lo que comes es importante; pero también cuánta cantidad estás consumiendo te dará un gran indicio para saber por qué no estás bajando de peso.

La verdad es que usualmente subestimamos las calorías que comemos al día, así que cuando estamos comiendo un plato y creemos que solo puede tener 300 calorías, en realidad podría poseer fácilmente el doble porque nos sobrepasamos con las porciones.

Lleva un registro de lo que comes con sus cuentas calóricas, incluídas las bebidas y las meriendas o snacks; de esta manera sabrás lo que has comido durante el día y te ayudará a mantenerte en el camino.

Pero esto no lo debes hacer por siempre, tarde o temprano ya sabrás cuánta comidas debes comer y cuáles son los valores de los alimentos. Después de un tiempo ya sabrás al “ojo por ciento” lo que comes en el día.

La idea no es que pases hambre, sino que comiences a entrenar a tu cuerpo a tomar las cantidades de comida que realmente necesita. Verás que aunque parece difícil, tu organismo se acostumbrará rápidamente a tus nuevos hábitos ya que no les estás privando de ninguna sustancia esencial.

Pero este entrenamiento del cuerpo también debe ir de la mano con la constancia y la fortaleza mental. Si estás decidida, debes cumplir con tus objetivos y notarás que pronto estarás en el camino de la vida saludable sin pasar hambre.

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