La fascitis plantar es una condición que se produce por la inflamación de la fascia, una banda gruesa de tejido cuya función principal es tensar la base del pie para amortiguar el impacto que sufre con cada movimiento.

Se origina por realizar un mal estiramiento de los pies, aunque también puede aparecer por lesiones, sobresfuerzos físicos y uso de calzado con soporte deficiente.

Es un problema que afecta con frecuencia a las personas con sobrepeso y obesidad, puesto que los kilos sobrantes generan más carga en los pies y, por lo tanto, le producen microtraumatismos.

Se manifiesta con una sensación de dolor en la planta del pie y los talones y, en mínimos casos, también genera incomodidad en los tobillos.

La buena noticia es que se puede tratar de forma natural, ya que algunos remedios tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias que ayudan en su recuperación.

En esta ocasión queremos compartir 5 interesantes opciones para que no dudes en aplicarlas cuando te enfrentes a esta dolencia.

1. Sales de Epsom

Los minerales contenidos en las sales de Epsom ayudan a relajar los músculos de los pies para disminuir el dolor causado por la fascitis plantar.

Este ingrediente actúa como antiinflamatorio y calmante ayudando, además, a mejorar la circulación.

Ingredientes

5 tazas de agua (1250 ml)

4 cucharadas de sales de Epsom (40 g)

Preparación

Pon a calentar las tazas de agua hasta que alcancen una temperatura apta para remojar los pies, sin quemarlos.

Agrégale las sales de Epsom y remuévelas para que se integren bien.

Modo de uso

Sumerge los pies durante 20 minutos y descansa.

Repite el remedio hasta que se alivie el problema.

2. Jengibre

El gingerol, uno de los compuestos activos del jengibre, tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que ayudan a calmar el dolor causado por esta condición.

Este puede aprovecharse a través del consumo de una infusión, o bien, mediante masajes con el aceite esencial de la especia.

Ingredientes

1 cucharada de jengibre rallado (10 g)

1 taza de agua (250 ml)

Preparación

Incorpora el jengibre rallado en una taza de agua hirviendo y déjalo reposar de 5 a 10 minutos.

Modo de uso

Ingiere la bebida hasta 2 veces al día.

3. Cúrcuma

La cúrcuma tiene un activo natural llamado curcumina que, además de ser antioxidante, actúa como antiinflamatorio y relajante.

Esta especia mejora la circulación en la planta de los pies y, al disminuir la tensión de los músculos, calma el dolor de la fascitis.

Ingredientes

1 taza de agua (250 ml)

½ cucharada de cúrcuma en polvo (5 g)

1 cucharada de miel (25 g)

Preparación

Calienta la taza de agua y agrégale la cúrcuma en polvo y la miel.

Modo de uso

Ingiere la bebida antes de acostarte, todas las noches, hasta curar el dolor.

De modo opcional, humedece un poco de cúrcuma en polvo y frota la pasta de forma directa en los pies.

4. Vinagre de manzana

Por su contenido de ácidos naturales, el vinagre de manzana es un producto multiusos que le puede brindar muchos beneficios a la salud de los pies.

Su aplicación elimina los hongos que provocan infecciones y, de paso, relaja la planta de los pies para disminuir la inflamación de la fascia.

Ingredientes

5 tazas de agua (1250 ml)

½ taza de vinagre de manzana (125 ml)

Preparación

Pon a calentar las tazas de agua y, antes de que hiervan, viértelas en una tina.

Incorpora el vinagre de manzana y comprueba que la temperatura es apta para la piel.

Modo de uso

Remoja los pies durante 20 minutos.

5. Aceite de coco y aceite de lavanda

La combinación de aceite de coco con aceite de lavanda nos da como resultado un producto terapéutico con acción antiinflamatoria, ideal para promover el alivio de la fascitis plantar.

Estos ingredientes estimulan la circulación en la zona afectada y, tras generar una sensación de calor, liberan la tensión y el dolor.

Ingredientes

2 cucharadas de aceite de coco orgánico (30 g)

1 cucharada de aceite esencial de lavanda (15 g)

Preparación

Pon a calentar el aceite de coco al baño María y mézclalo con el aceite de lavanda.

Modo de uso

Antes de que el aceite se enfríe, pero comprobando que la temperatura sea apta, realiza un masaje en los pies durante 5 minutos.

Frota bien el aceite, haciendo una leve presión con las yemas de los dedos en las zonas afectadas.

Deja absorber el producto sin enjuagar y repite su uso cada noche, hasta aliviar la afección.

Como acabas de notar, hay varios ingredientes de origen natural que ayudan a relajar los pies para calmar el dolor causado por la fascitis.

Elige el tratamiento que más te guste y, si te es posible, compleméntalo con ejercicios para las zonas doloridas.

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