Una cucaracha puede sobrevivir a la radiactividad de  una determinada explosión nuclear, pero la radiación de los teléfonos móviles no beneficia su salud, según un estudio realizado con el insecto.

Los hallazgos del estudio, realizado por el departamento de zoología, University College, Thiruvananthapuram, se publicaron en la revista científica Current Science el lunes.

La exposición de Periplaneta americana (cucarachas adultas masculinas) a “la radiación electromagnética emitida por teléfonos móviles provocó cambios bruscos en los diversos sistemas enzimáticos de grasa corporal y perfil hematológico”, dijo el estudio publicado el lunes.

Hematología se ocupa del estudio científico de la sangre.

Los teléfonos móviles son ahora parte de nuestra vida cotidiana, pero en los últimos años, se han expresado preocupaciones sobre el efecto de la radiación de ellos en la salud humana, incluso aunque todavía no hay pruebas concluyentes de su efecto dañino.

Se observó una fuerte disminución en el contenido de proteína de la grasa corporal, junto con un aumento de aminoácidos libres, encontró el estudio. El contenido de glucosa y ácido úrico de la grasa corporal también mostró un fuerte aumento.

El contenido de la acetilcolina, un químico orgánico, en el sistema nervioso central también se incrementó bruscamente, y se descubrió que los organismos eran inertes y letárgicos después de la tercera hora de exposición a la EMR, según revelo este estudio.

Este  estudio también concluyó que “la exposición continua a la radiación electromagnética de los teléfonos celulares puede provocar efectos generalizados en el cerebro, las neuronas, las células en desarrollo y los sistemas de enzimas” de las cucarachas.(es evidente que no podemos comparar los humanos con las cucarachas).

Pero sí que podemos comparar el aguante a la radiactividad en una exposición por radiación a una explosión nuclear, sin daños, y en cambio los daños producidos por la alta frecuencia en estos insectos es fuertemente preocupante.

En la India se han preocupado en el los últimos daños por la proliferación y aumento de cánceres por la proximidad y la potencia de dichas antenas, a razón de esta preocupación que ha llegado al parlamento y al gobierno se han iniciado una serie de estudios, los cuales ya están dando sus frutos.

Este “presente estudio explicó claramente la base fisiológica y bioquímica del efecto adverso de las radiaciones electromagnéticas y es una advertencia para el uso juicioso de los teléfonos celulares”

Ya en el  2015, una parte de la representación parlamentaria expresó su preocupación por la proliferación de torres de telefonía móvil en las ciudades indias y los efectos de las radiaciones electromagnéticas que emiten. Y  se solicitó al departamento de telecomunicaciones que estableciera regulaciones y pautas adecuadas sobre la ubicación e inspección de las torres.

El comité parlamentario permanente sobre ciencia y tecnología, medio ambiente y bosques, encabezado por Ashwani Kumar, miembro del Congreso, también solicitó al departamento que realice estudios científicos exhaustivos para establecer de manera concluyente el nivel de riesgos y los efectos adversos para la salud de las radiaciones electromagnéticas.

Las cucarachas a vista de ejemplo hibernan si las condiciones no son favorables; soportan hasta un mes sin agua y, si llegan a necesitarla, pueden absorber del medio ambiente; comen de todo, incluso el pegamento de los timbres postales; sobreviven semanas sin cabeza y terminan muriendo por falta de alimento y la cabeza, a su vez, puede sobrevivir sin el cuerpo hasta que pierde toda su energía almacenada.

El programa de Los Cazadores de Mitos de la cadena Discovery Channel hicieron un experimento para comprobarlo, sometieron a tres grupos de cucarachas a diferentes niveles de radiación. Al primer grupo les sometieron a 1.000 rads.

Un humano moriría en 10 minutos, pero la mitad de las cucarachas sobrevivieron.

Al segundo grupo le aplicaron 10.000 rads, la radiación que se emitió en la bomba de Hiroshima. Sólo sobrevivió un 10% de los insectos.

Por último, el tercer grupo fue sometido a 100.000 rads. No sobrevivió ninguna. El experimento reveló entonces que las cucarachas no son inmunes, pero sí mucho más resistentes que el ser humano a la radicación.

El motivo está en la composición celular de las cucarachas. Sus células se dividen en ciclos muy lentos, lo que las permite soportar mejor la radiación.

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