Muchas personas no saben que hay alimentos con un efecto quemagrasas.

¿Cómo es posible que se pierda peso comiendo algo? Pues así es. Y no tiene nada de mágico o de especulativo. Es una realidad biológica.

Lo que sucede es que algunos alimentos exigen un alto consumo de calorías durante su digestión. En otras palabras, quitan más calorías de las que aportan. Por eso se dice que tienen un efecto quemagrasas.

Las frutas, por excelencia, forman parte de este selecto grupo de alimentos con efecto quemagrasas. Al tener azúcares naturales, el cuerpo debe realizar un proceso complejo para descomponerlos.

Esto hace que se incremente el ritmo del metabolismo y que con ello se pierdan grasas. Ciertas frutas son especialmente indicadas, como las siguientes.

La manzana tiene un poderoso efecto quemagrasas

La manzana es un auténtico laboratorio ambulante. Cuenta con un componente llamado pectina, el cual trae múltiples beneficios:

Desintoxica el organismo

Es un magnífico diurético

Aporta gran cantidad de fibra

Lo más interesante es que también ayuda a derretir la grasa que entra en el organismo.

La fibra soluble contribuye a que el cuerpo absorba menos grasa. Y, por si todo esto parece poco, la manzana también aporta aminoácidos y ayuda a la digestión.

Además, es uno de los alimentos que más sensación de saciedad producen al ingerirlos.

El limón, una maravilla de la naturaleza

El limón es otra de esas frutas que tiene innumerables propiedades, entre ellas, un claro efecto quemagrasas. Es un alimento que no debería faltar en ninguna dieta.

El jugo o zumo de limón contribuye a deshacer las grasas, para que sean eliminadas fácilmente.

Así mismo, el limón mejora la circulación, incrementa el flujo linfático y ayuda a disminuir la celulitis.

Es una gran idea comenzar el día tomando un poco de jugo de limón entre un vaso de agua caliente. Esto aumenta la termogénesis, lo cual ayuda a quemar calorías.

El pomelo o toronja

El pomelo forma parte del grupo de las frutas cítricas. Tiene un enorme poder depurativo que influye en el peso.

Contribuye a limpiar el hígado, principal responsable de procesar las grasas. También ayuda a mejorar la función renal y a bajar la presión arterial elevada.

Comerse un pomelo al desayuno es ideal, por su efecto quemagrasas. También se puede ingerir durante la merienda. O si se prefiere, dos o tres veces por semana, en jugo.

Se le puede mezclar con jugo de naranja para potenciar el sabor y el efecto.

Las fresas

La fresa es un fruto ideal para bajar de peso, ya que tiene muy pocas calorías y calma la sensación de hambre fácilmente. Cuenta con grandes porciones de agua y fibra, por lo que mejora la digestión.

También contienen calcio, magnesio y potasio, tres elementos que ayudan a regular la presión arterial.

Así mismo, las fresas también ayudan a equilibrar el ácido úrico, aceleran el metabolismo y activan la quema de grasas.

La sandía

La sandía no es solo una de las frutas más refrescantes, sino que también tiene un enorme efecto quemagrasas.

Pese a su sabor dulce, esta fruta tiene una baja densidad energética. Esto significa que se pueden comer muchas porciones sin que esto implique un alto consumo de calorías.

La sandía contiene una sustancia llamada arginina. Se trata de un aminoácido que ayuda a oxidar la glucosa y las grasas que estén acumuladas en el organismo.

También tiene maravillosos efectos depurativos, que contribuyen a eliminar toxinas.

El kiwi

Todas las frutas que contengan vitamina C son maravillosas para ayudar a eliminar la grasa. El kiwi no es la excepción.

Varios estudios indican que la vitamina C es fundamental para quemar grasa.

Con un consumo regular de esta vitamina, se activa una sustancia llamada carnitina. Esta incide en el proceso de convertir la grasa en energía disponible.

El coco

Esta deliciosa fruta tiene la propiedad de aumentar notablemente el ritmo del metabolismo hepático. La consecuencia es que todo el sistema digestivo consigue trabajar mucho mejor.

Esto, a su vez, contribuye a quemar un mayor número de calorías. Tales beneficios se obtienen tanto del coco natural, como del rallado, en leche o en aceite.

El aceite de coco, en particular, es excelente para acelerar el metabolismo. Sin embargo, se debe saber utilizar para que no genere efectos nocivos.

Así mismo, es importante emplear los de mejor calidad.

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