La gingivitis es la primera de las tres etapas de la enfermedad de las encías (las otras dos son la periodontitis y la periodontitis avanzada) por lo que es esencial detectarla y tratarla a tiempo.
¿Cuáles son las causas de la gingivitis?
Ésta enfermedad se produce cuando el cepillado de los dientes, el uso del hilo dental y el uso del enjuague bucal no eliminan la placa (responsable también de las caries) que progresivamente empieza a liberar toxinas, irritando el tejido gingival. En resumen la gingivitis puede ser causada por la mezcla de malos hábitos alimenticios, vicios y la mala higiene bucal.
Sin embargo, hay cambios naturales en el cuerpo que pueden causar gingivitis tales como la diabetes, la baja inmunidad, el embarazo, el uso de medicamentos o anticonceptivos (aunque no sean naturales), la vejez, el ciclo menstrual y la mala nutrición.
La enfermedad de las encías también puede ser causada por los dientes mal alineados o aparatos de ortodoncia mal colocados o contaminados.
Algunos de los síntomas de la gingivitis son:
- Las encías de color rojo obscuro.
- Las encías hinchadas.
- Las encías retraídas.
- Mal aliento (en algunas personas).
- Las encías poseen mayor sensibilidad.
- Sangrado de las encías.
- Bolsas en las encías.
- Las encías se ven brillosas.
¿Cómo tratar la gingivitis?
Lo primordial para tratar la gingivitis es visitar al odontólogo, este se encargará de inicialmente confirmar si efectivamente posees la enfermedad de las encías. Posteriormente, el odontólogo debe revisar la distancia que existe entre tu diente y la encía para luego proceder a deshacerse de la placa y realizar una exhaustiva y profunda limpieza dental (es importante tomar en cuenta que los últimos pasos solo puede realizarlo un especialista certificado, de lo contrario, la enfermedad podría agravarse).
Luego de terminar estos dos procesos, el especialista te indicará cómo cepillarte de una manera adecuada, y orientará sobre el uso del hilo dental. Además, te dirá de una manera detallada el cepillo y el hilo dental adecuados para esta enfermedad, de necesitarlos, también incluirá instrumentos especiales para eliminar el resto de la placa en los dientes y recomendará un enjuague bucal antiséptico para así terminar de eliminar las bacterias.
En casa, el cuidado debe ser aún mayor, lo recomendado es cepillarse luego de cada comida, usar hilo dental por lo menos antes de acostarse a dormir, usar el enjuague bucal recomendado por el odontólogo.
Evita estos malos hábitos:
De manera adicional, generalmente se recomienda el cese, por lo menos parcial, de malos hábitos como:
- Fumar cigarrillos.
- Alimentación sin los nutrientes que son necesarios para dientes y encías fuertes.
- El estrés constante.
- Tronar los dientes.
- Apretar los dientes.
- Rechinarlos dientes.
¿Cómo prevenirla?
Para prevenir la gingivitis, además de ser importante la higiene bucal, también es importante investigar si existen antecedentes familiares de ésta enfermedad, ya que de existir el antecedente, serás más propenso a padecer la enfermedad de las encías, por lo tanto, debes tener un cuidado oral más intenso.
La buena higiene bucal es fundamental en el momento de prevenir la enfermedad de las encías, sin embargo, no es suficiente, incluso usando los implementos que el odontólogo recomiende para eliminar la placa, podría no ser suficiente. Así que se recomienda visitar al odontólogo cada 6 meses para una limpieza profunda (más seguidas si tu odontólogo lo recomienda).
Para finalizar, es importante saber que la gingivitis puede ser la causante de varias enfermedades, por ejemplo, así como la diabetes puede causar gingivitis, la gingivitis puede agravar la diabetes, el mismo caso con el embarazo, la gingivitis puede causar desde tumores durante el embarazo (aunque por lo general estos no son cancerígenos, ni producen dolor) hasta bacterias en el útero, provocando que el bebé tenga un nacimiento prematuro o que nazca con muy bajo peso. La enfermedad de las encías también está asociada con enfermedades como apoplejía o enfermedades cardiovasculares.
Se recomienda adoptar hábitos como:
- Ir a 2 limpiezas profundas con el odontólogo, por lo menos, en el año.
- Suplir cada cierto tiempo los aparatos ortodrómicos.
- Una buena higiene bucal en casa, ya que la enfermedad tiene tendencia a reaparecer.