La albahaca es una planta aromática que se usa con frecuencia en muchas recetas para dar un toque de sabor muy especial. No obstante, esta planta también destaca por sus propiedades medicinales como, por ejemplo, para combatir la fatiga y la depresión.

Descubre en este artículo cuáles son las virtudes curativas de la albahaca para tratar una gran cantidad de dolencias, así como algunos consejos para consumirla y usarla. 

La albahaca

La albahaca (Ocimum basilicum) es una planta medicinal y aromática originaria de la India y otros países asiáticos tropicales. Presenta la gran ventaja de que la podemos cultivar con facilidad en un jardín, huerto o incluso en macetas en el balcón.

Esta planta medicinal contiene vitaminas A, C y K, y minerales como el hierro, el calcio, el manganeso, el magnesio o el potasio, además de destacar por su riqueza en antioxidantes.

Existen más de 60 variedades de albahaca, de diferente aspecto y aroma.

Una de ellas, la albahaca sagrada (Ocimum tenuiflorum), destaca por sus valores espirituales en las tradiciones hinduistas, más que por sus usos culinarios.

Es frecuente tomarla para combatir los resfriados.

Remedio contra la fatiga y la depresión

La albahaca es un estimulante natural que actúa a diferentes niveles:

A nivel físico, nos ayuda a combatir la fatiga y el agotamiento, aumenta nuestros niveles de energía y vitalidad y es muy útil en etapas de recuperación y convalecencia.

No obstante, no debemos preocuparnos por sus virtudes estimulantes, ya que no son excitantes ni producen estados nerviosos. Por el contrario, también relajan el sistema nervioso.

A nivel emocional, es un excelente remedio para la tristeza, el desánimo y la depresión y favorece estados anímicos positivos.

A nivel sexual, es un estimulante afrodisíaco que se usa desde la antigüedad tanto en hombres como en mujeres para aumentar la libido.

Otros beneficios para la salud

Esta planta medicinal tiene muchas otras propiedades para la salud:

Antiinflamatoria y antiespasmódica, ideal para calmar muchos tipos de dolor (cefaleas y migrañas, molestias menstruales, tensiones musculares, artritis, etc.).

Digestiva: Sus propiedades antiinflamatorias también benefician al tracto digestivo y alivian los gases, las flatulencias o la indigestión.

Antibiótica y antibacteriana: Fortalece el sistema inmunitario y nos protege ante infecciones.

Antioxidante: Su contenido en flavonoides y beta-carotenos nos protege ante los radicales libres que oxidan el organismo por dentro y por fuera.

Anticoagulante, gracias a su contenido en vitamina K. Esta virtud nos ayuda a prevenir enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, así como a mejorar la circulación.

Reduce los niveles de azúcar en sangre: De este modo, podemos prevenir la diabetes y la resistencia a la insulina, así como favorecer una buena función del páncreas.

Sedante: Es muy beneficiosa en casos de ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, estrés o insomnio.

Calma la tos y las irritaciones de garganta.

Promueve la lactancia gracias a sus propiedades galactógenas que estimulan la producción de leche materna. No obstante, no se recomienda consumirla durante el embarazo.

Reduce la fiebre.

Repele los mosquitos y una gran variedad de insectos.

¿Cómo la tomamos?

Podemos consumir o usar la albahaca de múltiples maneras, según cuál sea el trastorno que queramos tratar:

Té de albahaca: El agua no debe hervir ni reposar durante más de 10 minutos. Se puede preparar con la hoja seca o fresca.

Limonada aromatizada con albahaca: Una refrescante bebida, muy cómoda para combatir la fatiga.

Con la albahaca podemos preparar una deliciosa salsa pesto con la qué condimentar platos de pasta, arroz, etc. Este tipo de salsa contiene una gran cantidad de hojas frescas de albahaca y su sabor es delicioso e intenso.

En nuestros batidos verdes y gazpachos, como un ingrediente más combinada con verduras, hortalizas y frutas.

En extracto, como suplemento, según la dosis indicada por el producto o el profesional de la salud.

El aceite esencial de la albahaca se puede consumir, siempre y cuando especifique que es de uso oral y lo hagamos de la manera indicada por el fabricante.

También podemos aplicarlo sobre la piel o esparcirlo mediante el uso de difusores aromáticos. Podemos usarlo para ambientar nuestro hogar, ropa, almohada, etc.

Su aceite contiene estragol, linalol, cineol, eugenol, sabineno, mirceno y limoneno.

Recomendamos tener nuestras propias plantas de albahaca en casa, ya que crece sin complicaciones.

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