En uno de esos días calurosos de verano, el Sol brilla inclemente sobre un despejado cielo azul, sientes la boca seca, por suerte encuentras un lugar con tus bebidas o helados favoritos, pides algo, te dispones a disfrutar el dulce y refrescante sabor que tanto necesitas.

Tomas un gran sorbo o le das una gran mordida a tu helado y… “¡Santo cielo mi cabeza!” Te llevas la mano al lateral de tu frente, aprietas los ojos a la vez que sientes un punzante dolor, como si una aguja gigante atravesara tu cráneo.

Ese delicioso sabor refrescante fue como un arma de doble filo, te ha provocado un fuerte e inmediato dolor de cabeza o cefalea. Aunque dura poco es un dolor muy intenso y molesto, pero.. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué nos duele la cabeza cuando tomamos algo muy frío?

¿Por qué se nos “congela el cerebro” al comer helado?

Esa señal de dolor en nuestra frente o justo sobre el ojo, se conoce popularmente como “cerebro congelado”, es una reacción cuyo nombre científico es esfenopalatino ganglioneuralgia, un largo nombre para algo que en realidad es bastante simple.

Aunque se suele llamar congelación cerebral no tiene nada que ver con la congelación ni con tu cerebro, sino más bien con tu paladar, nervios y los vasos sanguíneos en tu cabeza.

Este intenso dolor se produce cuando una sustancia fría toca el centro de tu paladar, esto provoca que los capilares ubicados en este, se contraigan como respuesta al frío, en un intento por mantener nuestros órganos vitales calientes, irritando el nervio trigémino ubicado cerca de la base del cerebro, que envía sangre extra hacia los vasos sanguíneos de la cabeza, en un esfuerzo por conservar el calor, esto aumenta la presión en el cráneo y provoca la fuerte migraña.

Por suerte su duración es breve en la mayoría de los casos, lo más común es que dure menos de 20 segundos, pero en algunos casos puede llegar a durar hasta un máximo de 5 minutos. Una vez que el flujo de sangre se normaliza, el dolor desaparece.

¿Quiénes lo sufren?

En realidad todos contamos con este sistema, pero solo un tercio de la población suele sentirlo, esto es debido a que se produce al ingerir muy rápido una bebida fría o darle un gran mordisco a tu helado, haciendo que un gran frío repentino llegue a tu paladar, y al parecer un tercio de la población lo hace de esta forma.

Por otro lado, las personas que suelen padecer migrañas son más propensas a experimentar este dolor, esto ocurre porque que la mayoría de los dolores de cabeza se deben precisamente a un aumento repentino del flujo sanguíneo.

¿Cómo evitar el dolor de cabeza al ingerir alimentos helados?

Ingerir los alimentos fríos o helados más despacio, hará que tu paladar sienta el frío poco a poco, lo cual evita que la respuesta de los nervios y los vasos sanguíneos sea tan agresiva e inmediata.

Otra cosa que puedes hacer es que justo después de comer helado o beber algo muy frío presiones la lengua contra el paladar, tratando de cubrir la máxima superficie posible, de esta forma la zona se calentará un poco impidiendo que la temperatura descienda demasiado rápido.

Presionar tu lengua contra el paladar también ayudará en caso de que ya sientas el dolor o si perdura por mucho tiempo, eliminándolo rápidamente.

Procura que los alimentos fríos no toquen únicamente la parte superior de tu paladar, al repartirlos por una mayor superficie de la boca, también se repartirá el frío, disminuyendo su impacto.

Se ha demostrado que este dolor no es para nada peligroso, tampoco es indicio de ningún tipo de problema, es una reacción completamente normal… aunque molesta.

Así que la próxima vez que desees comer un helado, evitar darle un gran mordisco la primera vez, una vez tu paladar se encuentra climatizado, el dolor de cabeza no aparecerá, y podrás disfrutar de la refrescante sensación sin ningún inconveniente.

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