Los avances tecnológicos y científicos hicieron que nuestras vidas fueran más cómodas en un sentido, pero al mismo tiempo todos estos cambios dieron lugar a que surgieran nuevas formas de encarar la vida cotidiana.

El ritmo agitado, la falta de tiempo, la inserción de las mujeres en el ámbito laboral; hicieron que los ritmos de vida de las familias se fueran amoldando a las necesidades de los integrantes tomando en consideración que las mujeres ya no disponían de tanto tiempo para dedicarle a la cocina.

Fue así como fueron surgiendo los alimentos congelados, semi preparados, precocidos o simplificados de alguna manera como para agilizar la preparación de las comidas de todos los días.

CALDO EN CUBOS: UN VENENO QUE PONE EN RIESGO A TODA TU FAMILIA.

En este caso, nos referiremos puntualmente a los ya conocidos cubitos de caldos artificiales comercializados por distintas marcas como Knorr, Maggi, Kitano, etc.

Estos caldos pueden ser un recurso útil para salir del paso y dar sabor a nuestras comidas, pero lo que nadie te cuenta es que dentro de sus componentes encontramos sustancias como el glutamato monosódico, que es un compuesto químico generador de reacciones alérgicas en la piel, náuseas, vómitos, arritmia y hasta depresión.

Estos caldos no aportan ningún beneficio a la salud, además de contener altísimas cantidades de sodio que equivalen a dos cucharadas de sal gruesa.

Este “sabor” intenso y concentrado que tanto nos gusta, no resulta tan atractivo por el gusto en sí mismo, sino precisamente por este componente que afecta las funciones neurológicas del hipotálamo, generando una especie de adicción que nos insta a comer aún más, aumentando de esta manera la propensión a la obesidad.

¿CÓMO REEMPLAZARLO?

Dejar de utilizar estos caldos artificiales no necesariamente implica comer sin sabor, ya que puedes preparar tus propios caldos caseros y saludables libres de todo compuesto químico congelando hierbas junto con especias naturales. Puedes tomar una cubetera y mezclar aceite de oliva o aceite de coco junto con hierbas y especias que luego pondrás a congelar. Cada vez que necesites preparar una sopa o condimentar una comida, utiliza uno de estos cubitos caseros y naturales.

Si tienes la sana costumbre de cocinar al vapor, puedes guardar el caldo resultante de las verduras que hayas cocinado y realizar el mismo procedimiento.

No olvides que la salud de tu familia depende de nosotros mismos y es importante cuidar estos detalles para asegurarnos de que están consumiendo productos sanos y naturales.

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