Los alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina mejoran la función cerebral, así como los estados depresivos leves o el simple desánimo. No podemos olvidar que estos dos neurotransmisores armonizan la presión arterial, potencian la calidad de nuestro descanso y además, aportan esa pequeña dosis de energía y bienestar para afrontar nuestras jornadas.

Existen gran cantidad de artículos que informan de una de una serie de alimentos que por sí mismos, son capaces de tratar la depresión. Ahora bien, debemos ir con cuidado con este tipo de informaciones y captar el matiz, ese detalle que en cierto modo tiene su lógica pero que debe ser adecuadamente justificado.

 Existen cuatro químicos naturales en nuestros cuerpos que suelen ser definidos como el “cuarteto de la felicidad”: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.

Hay alimentos que por sus componentes nutricionales favorecen y potencian esa química cerebral capaz de aliviar la sintomatología asociada a la depresión, mejorando además nuestro humor. Sin embargo, algo que nos dejan claro múltiples estudios es que no hay ningún alimento capaz de resolver por completo cualquier trastorno depresivo.

Mantener una dieta saludable donde incluyamos alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina es una estrategia que necesita combinarse con un enfoque psicológico y un tratamiento farmacológico. Por otro lado, y en caso de no padecer ninguna depresión, es recomendable consumir estas propuestas nutricionales por sus beneficios asociados.

Alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina

Un aspecto que debemos aclarar es que los niveles de serotonina y dopamina oscilan en nuestro organismo por diversas razones. La depresión es una de ellas, sin embargo, hay muchas más que debemos tener en cuenta:

Atravesar épocas con mucho estrés.

Mantener una dieta rica en grasas saturadas, azúcares, alimentos de origen industrial, etc.

Las enfermedades tiroideas.

Consumir medicamentos que reducen la producción de serotonina y dopamina.

Sabiendo todo esto, nunca está de más tomar conciencia de la importancia de mantener una dieta adecuada y cómo no, de establecer revisiones periódicas con nuestros médicos para controlar nuestra salud.

Veamos a continuación los alimentos que tenemos a nuestro alcance y que pueden favorecer la producción de dos de los neurotransmisores más valiosos: la serotonina y la dopamina.

1. La avena

La avena forma parte de lo que se conoce como carbohidratos “inteligentes”. ¿Qué significa esto? Básicamente que hay alimentos que tienen un efecto calmante en el cerebro. Uno de ellos son los carbohidratos complejos (alimentos de origen integral en su mayoría), los cuales tiene además otra maravillosa propiedad: favorecen la producción de triptófano, un aminoácido esencial a partir del cual se sintetiza la serotonina.

2. El plátano

De entre los alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina, el plátano es sin duda uno de los más destacados. Por sí mismo no combate la depresión, pero lo que sí hace es darnos una inyección natural de energía, optimismo y salud. Lo consigue porque el efecto del plátano en nuestro cerebro es simplemente sensacional:

Favorece la producción de triptófano.

Nos aporta vitamina A, C, K y B6, componentes básicos para favorecer la síntesis y metabolismo de múltiples neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.

El plátano es rico en azúcares naturales, que combinados con su fibra natural, nos ofrecen un aporte increíble de fuerza y energía para vencer los estados de decaimiento.

3. Los huevos

Puede que a día de hoy muchos eviten el consumo de huevos por el temor a que eleve sus niveles de colesterol. Sin embargo, la ciencia ha confirmado que los huevos cuidan de nuestra salud porque aportan colesterol bueno o HDL. La clave está en consumirlos con equilibrio.

Asimismo, los huevos al igual que los lácteos nos ayudan a producir triptófano y vitamina B6, sustancias necesarias para la producción de serotonina y dopamina.

4. El chocolate

Estamos seguros de que más de uno esperaba con impaciencia la aparición del chocolate en este listado. Efectivamente aquí esta y nos lo podemos “regalar” a diario, sobre todo por las mañanas. Aunque eso sí, sin excedernos de una onza diaria de chocolate negro, el más puro y sin azúcar.

El chocolate, además de ser uno de los alimentos más conocidos que aumentan la serotonina y la dopamina, nos proporciona exorfina, un analgésico natural que reduce el dolor y teobromina, una sustancia similar a la cafeína que nos ofrece energía.

5. La piña

A veces descuidamos los beneficios que nos aportan muchas de esas frutas que tenemos a nuestro alcance. La piña es sin duda uno de esos alimentos que nunca deberían faltar en nuestra dieta. ¿La razón? Tenemos muchas:

La piña alivia la ansiedad y es antiinflamatoria.

Es rica en vitamina C, ideal para favorecer la circulación, la concentración y la motivación.

Es muy adecuada en la cena, puesto que nos ayuda a producir melatonina, la hormona del sueño.

6. El salmón

Pescados como el salmón o la caballa son ricos en vitaminas del complejo B. Este tipo de nutrientes esenciales son muy necesarios para favorecer la producción de serotonina y dopamina. Asimismo, como ya hemos indicado alguna vez en nuestro espacio, nuestro cerebro necesita de forma regular ese aporte de omega-3  presente en el salmón, con el cual mejorar procesos como nuestra atención, memoria o estado de ánimo.

7. Los garbanzos

Dicen de los garbanzos que son el ingrediente de la vida. Una frase sin duda muy acertada, porque de entre los alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina, este tipo de legumbre ha sido desde hace siglos uno de los más apreciados.

De hecho, son muchos los países que conocían desde la antigüedad sus virtudes para mejorar el estado de ánimo y para conferir energía. De ahí que un buen plato de hummus acompañado de aceite de oliva, ajo y pimentón, sea una de las comidas más comunes y apreciadas en Oriente Próximo.

Para concluir, es posible que muchos de nosotros incluyamos más de un alimento aquí señalado en nuestro día a día. No obstante, conviene recordar que todos deben formar parte de una dieta equilibrada, lo más natural posible y acompañada a su vez por unos hábitos de vida saludables donde no falten el ejercicio y una buena gestión emocional. Solo así, favoreceremos esa química cerebral donde el bienestar se siente, se palpa y se disfruta.

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