El aceite de ricino es rico en nutrientes y ácidos grasos, lo que lo convierte en el producto ideal para el crecimiento del cabello. Gracias a sus propiedades antibacterianas resulta el aliado perfecto para el cuidado capilar.

En este artículo te explicaremos los beneficios del aceite de ricino para el cabello y su aplicación.

Debido a su consistencia pegajosa, este maravilloso producto de la naturaleza es pasado por alto muchas veces. No obstante, vale la pena probarlo y disfrutar de sus beneficios para lograr la cabellera que siempre has soñado.

Su alto contenido de ácidos grasos, como el omega 9, le proporciona propiedades únicas para nutrir los poros y folículos capilares.

El aceite de ricino es un agente natural antibacteriano y antifúngico de gran capacidad. Así, ayuda a eliminar bacterias y hongos que pueden interferir en el fortalecimiento y crecimiento del cabello.

¿Qué es el aceite de ricino?

 

El aceite de ricino se extrae de la planta Ricinus communis, un arbusto de tallo grueso y leñoso proveniente de África, y ha sido utilizado durante décadas como laxante natural.

Sus componentes principales son la combinación perfecta para proteger y aportar los nutrientes que tu cabello necesita.

Entre los más importantes se encuentran:

El ácido ricinoleico. De allí proviene su nombre. Este ácido favorece el crecimiento natural del cabello. También inhibe el aumento de bacterias y hongos que afectan el cuero cabelludo.

Vitamina E. Uno de los nutrientes más especiales para el cabello es la vitamina E. Consumirla en cápsulas o al usar productos para el cabello que la contengan, obtendrás un cabello más fuerte y saludable.

Ácidos grasos omega 9. Cubren la fibra capilar, lo que provee hidratación y protección a cada cabello.

Ácidos grasos omega 3 y 6. En menor cantidad que el anterior, pero ayudan a la activación de la circulación en el cuero cabelludo, lo que redunda en el fortalecimiento de los folículos capilares.

Beneficios del aceite de ricino

 

Los diversos beneficios del aceite de ricino incluyen:

Estimula la irrigación sanguínea en el cuero cabelludo.

Activa la restauración de los folículos capilares.

Proporciona nutrición e hidratación, por lo que mejora la apariencia del cabello en pocas semanas.

Elimina la resequedad producida por el hongo de la caspa.

Da brillo y volumen al cabello.

Fortalece y estimula el crecimiento del cabello.

Reduce progresivamente el daño provocado por el uso de productos comerciales de poca calidad, ya que elimina las puntas abiertas y el cabello quebradizo.

Aplaca la caída de cabello.

Es humectante.

Desenreda los nudos.

Disminuye el efecto frizz.

¿Cómo aplicar el aceite ricino?

El aceite de ricino es muy fácil de aplicar. Se recomienda calcular la cantidad apropiada para cada caso por su consistencia gruesa y pegajosa.

Aconsejamos preparar tu cuero cabelludo antes de tratarlo con aceite de ricino.

Para esto debes lavar el cabello con tu champúde siempre, eliminar el exceso de agua con una toalla y dejarlo al aire libre por 5 minutos.

Con el cabello húmedo aún, coloca un poco de aceite de ricino en la mano y aplica masajeando desde la raíz hasta las puntas.

Procura no utilizar una gran cantidad de aceite ya que, al ser tan denso, podría dificultarse su remoción.

Procede a envolver tu cabello en una toalla o utiliza un gorro de baño y déjalo actuar, al menos, 15 minutos.

A continuación, enjuaga con agua tibia y un champú suave.

Puedes repetir esta aplicación 2 veces por semana durante 2 meses y verás grandes resultados.

Si se te dificulta eliminar todo el aceite de ricino aplica champú dos veces.

También puedes colocártelo antes de dormir y dejar que actúe durante toda la noche.

Eso sí, cubre bien tu almohada para evitar mancharla con el aceite. A la mañana siguiente lava el cabello como de costumbre.

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