Sentir un dolor o alguna molestia en el cuerpo es algo sumamente desagradable. Quizás debamos ir al trabajo, la escuela, universidad o simplemente debamos cuidar a los niños. No importa lo que debamos hacer, si sentimos dolor, será más difícil cumplir con nuestro deber.

Nadie queda exento de padecer de alguna clase de dolor. En el caso más simple, sentiremos dolor de cabeza o dolor por causa de un golpe que hayamos recibido. Ahora bien, no importa cuál sea la fuente del dolor, lo que queremos es eliminarlo.

Un dolor que muchos padecen y es insoportable es el dolor en los huesos y las articulaciones. Este tipo de dolor se puede convertir en una gran molestia. Especialmente cuando tenemos mucho que hacer en el día, puede ser un estorbo.

Lo peor de todo es que el dolor en los huesos y las articulaciones puede ser tan fuerte que nos paralice. En estos casos, cuando el dolor es extremo, sufrimos bastante y quisiéramos que nos tragara la tierra. Por si fuera poco, este tipo de dolor no desaparecen fácilmente, por lo que tendremos que soportarlo por mucho tiempo.

Una zona del cuerpo que padece de este tipo de dolores con constancia, es la rodilla. Como sabemos, esta se encarga de soportar el peso del cuerpo toda nuestra vida. Además, al caminar, correr, brincar o realizar otras actividades, la misma sufre golpes. Como resultado, el cartílago de la rodilla sufre desgastes y daños que nos provocan mucho dolor.

Otra zona que sufre al igual que el cartílago de la rodilla con las actividades cotidianas es la cadera. Por eso, no es raro ver a una persona quejándose de sentir dolor en la rodilla o la cadera. Lo peor de todo es que este

En esto casos, lo que muchos hacen es tomarse algún calmante para aliviar el dolor. En otros casos, visitan a su médico para que los examine y les ponga un tratamiento para combatir el dolor. Pero a muchos no les gusta el ambiente del hospital. Si ese es tu caso, no te preocupes, te mostraremos una alternativa natural para tratar estos padecimientos.

Qué necesitaremos:

– Menta o hierbabuena (1 cucharada).

– Romero (1 cucharada).

– Tomillo (1 cucharada).

– Salvia (1 cucharada).

– Agua (1 litro).

Preparación y uso:

El primer paso consiste en echar el agua en una olla y ponerla a hervir. Una vez llegada al punto de ebullición, añadiremos las hierbas mencionadas anteriormente. Ahora, dejaremos que el agua siga hirviendo por 5 minutos más para extraer las propiedades de las hierbas. Agotado ese tiempo, apagaremos el fuego y dejaremos que la sustancia repose por 15 minutos.

Luego de pasar esos 15 minutos, tomaremos un colador y colaremos el té de hierbas que hemos preparado. De manera opcional puedes agregarle un poco de miel para mejorar su sabor. Dicha sustancia la deberás guardar en la nevera para que se conserve por más tiempo.

De esta infusión tomaremos de 1 o 2 tazas al día. La primera debe ser en ayunas y/o la otra antes de dormir. Dicha rutina la deberás seguir por un total de 3 semanas para comenzar a ver los resultados. Notarás que el cartílago de tu rodilla se regenera y ya no estará inflamada. Tampoco te dolerán los huesos ni la cadera igual que antes.