La piel cuenta con un factor de hidratación natural que se compone principalmente de agua y aceites. Estos forman un manto hidrolipídico que brinda protección frente a las agresiones externas. Sin embargo, su función puede disminuir por múltiples factores, incluidas las agresiones solares y el envejecimiento. De ahí la importancia de usar humectantes externos como el escualano.
Se trata de una forma hidrogenada de escualeno, componente principal de los lípidos poliinsaturados de la superficie cutánea. Este último lo producen las propias células de la piel, pero su concentración se ve reducida con el paso de los años. ¿El resultado? Una apariencia seca, opaca y poco saludable.
Por fortuna, no solo está presente de forma natural en los humanos; también se encuentra en cantidades interesantes en el aceite de hígado de tiburón —su fuente más rica— y aceites vegetales como el de oliva, de germen de trigo, de amaranto y de salvado de arroz. Te contamos más sobre sus propiedades y usos.
¿Qué es el escualano?
El escualano es una forma hidrogenada de escualeno (C₃₀H₅₀) que se utiliza en productos para el cuidado de la piel. Imita los aceites naturales que protegen la superficie cutánea, por lo que se considera un buen emoliente.
Además, como lo detalla una revisión en Molecular Nutrition & Food Research, también es antiinflamatorio y antioxidante. Se ha observado que reduce el daño oxidativo causado por los radicales libres; además, hidrata y protege contra el envejecimiento.
En su forma natural —extraído de fuentes animales y vegetales—, el escualeno es un producto muy inestable como para ser usado en productos de skin care. Al exponerse al oxígeno se deteriora y adquiere mal olor. Por tal razón, se somete a un proceso de hidrogenación que da lugar al escualano, una forma más estable de la molécula.
Propiedades del escualano
El escualano suele emplearse en la fabricación de cremas hidratantes y antienvejecimiento. Asimismo, es un componente habitual en labiales, sueros faciales, protectores solares, entre otros productos para el cuidado de la piel.
Se valora en gran medida por sus propiedades emolientes, es decir, por su capacidad para desinflamar, suavizar y proteger la piel. Asimismo, como destaca una publicación en Advances in Food and Nutrition Research, tiene potencial antitumoral, antioxidante, desintoxicante e hidratante. Veamos en detalle sus principales aplicaciones.
La sustancia forma parte de diferentes fórmulas que se comercializan para el cuidado de la piel.
Salud de la piel
La aplicación tópica de escualano se asocia a varios beneficios para la piel. Un estudio compartido a través de la revista Molecules destaca que esta sustancia se absorbe de forma rápida y eficiente a través de la dermis. Así, restaura su humedad y su flexibilidad sin dejar residuos oleosos.
Esta misma fuente expone que el ingrediente ayuda a restaurar la barrera cutánea e impulsa la hidratación. Es ideal para pieles que han sufrido pérdida de agua, agresiones solares o daños relacionados con los radicales libres.
Su aplicación regular también se vincula con una mayor producción de colágeno. En una investigación divulgada en Scientific Reports, un combinado de vitamina C con escualeno exhibió efectos positivos en el engrosamiento de la piel y la producción de colágeno. ¿Qué significa esto? Una piel más firme, lisa y saludable.
Por si fuera poco, se recomienda para pieles con eccema, pues sus propiedades antiinflamatorias e hidratantes coadyuvan en la disminución de los brotes.
Cicatrización de heridas
Un estudio compartido a través de Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine determinó que el escualano tiene potencial como aliado para el proceso de reparación y cicatrización de heridas. En particular, se observó que impulsa la respuesta de los macrófagos en la inflamación, lo que es clave para la resolución de las lesiones.
Los macrófagos son un tipo de glóbulos blancos, cuya función es destruir los antígenos, extraer las células muertas e impulsar la actividad de otras células inmunitarias.
Salud capilar
Las propiedades emolientes e hidratantes del escualano no se limitan solo al beneficio para la piel. A menudo, los productos capilares emplean esta sustancia para aumentar el brillo del cabello y reducir el quiebre. Su aplicación incrementa la sedosidad capilar sin causar alteraciones en la producción de sebo.
A su vez, disminuye la pérdida de humedad, protege contra el calor y aumenta la elasticidad. Si bien puede encontrarse en fórmulas de champús o cremas capilares, también está disponible en forma de aceite. Este se frota a través de masajes y se retira con un enjuague regular.
Otros posibles usos del escualano
- Debido a su alta capacidad antioxidante y a sus propiedades antiinflamatorias, el escualano se vincula a propiedades antitumorales. En particular, se cree que ayuda a prevenir el cáncer de piel al mitigar los efectos de la radiación solar y los radicales libres. No obstante, las evidencias son insuficientes.
- Se recomienda para pieles grasas y propensas al acné, ya que no es comedogénico, a pesar de ser una sustancia oleosa. Además, sus propiedades antiinflamatorias ayudan a disminuir la hinchazón en casos de brotes.
- En estudios en animales, el escualano ha mostrado potencial para contrarrestar el aumento de grasa corporal, el aumento de colesterol y triglicéridos y otros marcadores del síndrome metabólico. Debido a esto, se le atribuyen propiedades cardioprotectoras. Aun así, se requieren estudios más amplios y concluyentes.
¿Cómo utilizar escualano correctamente?
El escualano está disponible en forma de aceite, cremas hidratantes, protectores solares, sueros faciales y otros productos dermatológicos. Por lo general, sus propiedades se aprovechan vía tópica.
No obstante, también puede encontrarse en productos alimentarios, suplementos dietéticos y algunos medicamentos de venta libre. En ocasiones, el escualano se utiliza como parte de las fórmulas de ciertas vacunas.
El escualano aparece en el etiquetado de diversos productos farmacéuticos que pueden encontrarse en las secciones de skin care de las tiendas.
Riesgos del uso de escualano
En la mayoría de los casos, el escualano es seguro y bien tolerado.
Pese a esto, como ocurre con otros activos para el cuidado de la piel, algunas personas pueden experimentar irritación o reacción alérgica tras su aplicación. Para evitarlo, se recomienda hacer una pequeña prueba de parche antes de la aplicación total.
Basta con colocar un poco del producto en la parte interna del brazo. Si pasadas dos horas no hay efectos adversos, puede continuarse su uso sin problemas.
Los síntomas de una posible alergia abarcan lo siguiente:
- Picor.
- Hinchazón.
- Enrojecimiento.
- Sensación de ardor.
Nota
Al adquirir productos con escualano, elige aquellos derivados al 100 % de fuentes vegetales. Si bien esta sustancia es abundante en el hígado del tiburón, su obtención no es sostenible ni ecológica. Procura ser consciente al realizar tu compra.
¿Qué hay que recordar sobre el escualano?
El escualano es una forma hidrogenada de escualeno que suele emplearse en la fabricación de productos para el cuidado de la piel, debido a sus propiedades emolientes, hidratantes y antioxidantes. Es un activo recomendado para la prevención del envejecimiento, el alivio de la sequedad y la disminución de los daños causados por los rayos UV.
Ahora mismo, está disponible en el mercado en forma de cosméticos y suplementos. Se recomienda elegir solo los que se hacen con fuentes 100 % vegetales, como el aceite de oliva, el germen de trigo, el salvado de arroz y las aceitunas, entre otros.