Seguro que últimamente te habrá sorprendido encontrar en la carta de tu cafetería favorita entre la gran variedad de cafés e infusiones, un tipo de té con ricos y variados sabores: el té chai. Se trata de una bebida oriental, que cada vez más va popularizando su consumo. En Tendenzias vamos a enseñarte todas las propiedades que esta bebida tiene, los beneficiosque aporta para tu salud y unas ricas recetaspara sorprender a tus visitas. ¿Te hace una taza?
Índice del artículo
Qué es el té chai
Su origen se remonta en la India hace más de 4000 años pero es a partir de la colonización inglesa del s. XIX cuando su uso se populariza y se expande a todo el mundo. Se trata de una mezcla del té que ya consumían los ingleses con especias y hierbas aromáticas de la zona (canela, clavo, cardamomo, jengibre, nuez moscada…).
Propiedades y beneficios del té chai
Como es lógico el té chai tiene las mismas propiedades que cualquier té añadiendo además características de las especias con qué vaya acompañado. Como resumen: alto poder estimulante, antioxidante, ayuda en la digestión y es antiinflamatorio. Además la mezcla con canela, clavo, jengibre… hace que sea mucho más sabroso e indicado para todas aquellas personas a los que el sabor del té les parece demasiado fuerte.
Seguro que os interesa saber las propiedades y los beneficios del Abedul:
Vitalidad
La combinación de la cafeína del té y los estimulantes de las especias que lo acompañan hacen que sea una bebida perfecta para conseguir este toque de energía para acabar con ganas nuestra jornada.
Hacer la digestión
Las especias que contienen tienen un efecto muy positivo sobre nuestro organismo digestivo, siendo un complemento perfecto para el final de la comida, reduciendo los gases y regularizando los movimientos intestinales.
Antiinflamatorio y analgésico
El té es un poderoso antioxidante lo que ayuda a reducir la inflamación. Si a esto le añadimos las propiedades de especias como el jengibre hace que sea especialmente recomendable para personas que sufran artritis, procesos gripales, asma o dolor de garganta.
Salud cardiovascular
El té negro es una fuente natural de flavonoides, lo que ayuda a la relajación de los vasos sanguíneos, mejorando su capacidad y reduciendo el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Además, si añadimos por ejemplo canela, obtenemos un gran aliado para la circulación sanguínea.
Las mejores recetas con té chai
Ya hemos visto todo lo que el té chai aporta a nuestro organismo. Ha llegado el momento de prepararlo y dejarse llevar por su sabor, ¿verdad? Su proceso de preparación es muy similar al de cualquier té. Te detallamos un par de recetas para que descubras todo un mundo nuevo de sabores.
Vainilla latte chai darjeeling
Para esta exquisita receta necesitaremos 5 bolsitas de té negro (de la variedad Darjeeling), 3 tazas de agua, 3 cucharadas de miel, 1 palo de canela, unas 4 o 5 vainas de cardamomo, anis estrellado, extracto de vainilla y leche entera.
La preparación es muy simple: machaca en un mortero un poco las vainas de cardamomo. Júntalo en un recipiente con el anís estrellado y el té y vierte agua (sobre medio litro). Ponlo al fuego y deja que hierva sobre 5 o 6 minutos. Añade miel y mézclalo todo bien.
Vierte la mezcla en tazas, corónalo si eres muy manitas con crema de leche y decora con la rama de canela.
Thai Iced Tea
Atrevida receta variante del iced tea, ideal ahora que se acercan las buenas temperaturas. Como ingredientes vamos a necesitar 4 bolsas de té negro (escoge la variedad que más te guste), 150 g. de azúcar, anís estrellado, vainas de cardamomo verde, 2 clavos, 250 ml de crema de leche.
¿Nos ponemos manos a la obra? En un litro de agua pon el té, el anís, las vainas de cardamomo y los clavos. Añade el azúcar y remueve hasta que quede bien disuelto. Llévalo a ebullición unos 3 minutos. Deja reposar la mezcla (cuánto más concentrado esté todo, mejor sabrá) sobre una hora. Retira las bolsas de té, el cardamomo y los clavos y mételo un par de horas en la nevera.
Para servir, añade hielo en una taza, llénalo hasta la mitad con nuestro té thai y llena la otra mitad con crema de leche. Un toque de leche de coco o leche condensada va genial también.
